Brasil investiga tres sospechas de coronavirus en el país, tras haber verificado y descartado 127 casos, y, por tratarse de pacientes que se enmarcan en los criterios de la OMS, decidió elevar el nivel de alerta ante la enfermedad desde moderado a “peligro inminente”.
El Ministerio de Salud informó que el número de casos sospechosos subió de uno esta mañana a tres esta tarde, después de que fuera notificado de que otras dos personas podrían haber sido contaminadas con el virus chino.
Este miércoles, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, explicó que Brasil investigaba una sospecha del coronavirus de un paciente del estado de Minas Gerais (sureste) y que las autoridades sanitarias ya habían descartado 127 casos.
Posteriormente, el Ministerio informó en un comunicado que había sido notificado de otros dos casos sospechosos, uno en el estado del Paraná y uno en el de Rio Grande do Sul, ambos ubicados en el sur del país.
Según la cartera, todos los tres pacientes se enmarcan en la actual definición de caso sospechoso establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), o sea, “presentaron fiebre y por lo menos una señal o síntoma respiratorio y han viajado por el área de transmisión local en los últimos 14 días”.
Pese a los tres casos que se encuentran bajo investigación, el ministro de Salud aseguró que, por ahora, no hay ninguna evidencia de que el virus haya llegado o esté circulando por el país.
Mandetta relató además que el Ministerio de Salud tuvo que evaluar unos 7.000 rumores sobre posibles casos, de los que tuvo que verificar 127, que finalmente fueron descartados.
De acuerdo al ministro, una de las pacientes que se encuentra bajo acompañamiento sanitario tiene 22 años y viajó a la ciudad china de Wuhan, que concentra la mayoría de los casos y muertes por la enfermedad; regresó a Brasil el 24 de enero y fue hospitalizada tras presentar síntomas compatibles con el coronavirus.
Según el ministro, pese a que se encuentra en buen estado de salud, la mujer está aislada en el hospital y es vigilada permanentemente, así como las 14 personas que tuvieron contacto directo con ella.
Agregó que el caso será tratado como sospechoso hasta que los exámenes genéticos del virus permitan diagnosticar si en efecto contrajo o no el coronavirus.
Mandetta explicó además que el Ministerio elevó el nivel de riesgo en el país desde “alerta” (nivel 1) hasta “peligro inminente” (nivel 2) ya que se trata de un caso considerado sospechoso.
Dijo igualmente que el nivel de alerta fue elevado debido a que la propia OMS modificó sus criterios, alertó que el coronavirus puede ser considerado una amenaza mundial y pasó a denominar sospechosos los casos de pacientes que presenten los síntomas y hayan viajado a cualquier ciudad de China y no solo a Wuhan.
Afirmó que Brasil “está preparado” para detectar el virus y para identificarlo con exámenes genéticos. “No es un sistema que se está preparando ahora. Tenemos un plan de contingencia que ahora vamos a actualizar”, dijo.
Añadió que el Ministerio de Salud desaconseja cualquier viaje de brasileños a China en este momento.
El ministro también transmitió un mensaje de tranquilidad al ser interrogado sobre si el Carnaval, que comienza en tres semanas y atrae a miles de turistas extranjeros, puede facilitar la propagación del virus en el país.
“La mayor parte de los turistas que viene a Brasil para el Carnaval no es procedente de Asia. De cualquier forma, todos los puertos y aeropuertos están preparados y realizarán las respectivas acciones de vigilancia”, afirmó.
El Gobierno instaló la semana pasada un Centro de Operaciones de Emergencia formado por técnicos especializados en atención de posibles emergencias de salud y que tendrá reuniones diarias para vigilar el riesgo del coronavirus, estar atenta a la situación y centralizar las informaciones.
El nuevo coronavirus, causante de la neumonía de Wuhan, ya ha dejado al menos 132 muertos entre los cuales casi 6000 infectados fueron diagnosticados tan solo en China.
La llamada neumonía de Wuhan recuerda la crisis que provocó hace casi dos décadas el virus de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), genéticamente similar a este nuevo coronavirus y que dejó más de 600 muertos en China.