El Gobierno de Brasil prorrogó por otros 30 días la medida que restringe la entrada al país de extranjeros de cualquier nacionalidad con motivo de la pandemia de coronavirus, aunque con algunas excepciones.
Así lo señala una resolución publicada anoche en una edición extraordinaria del Diario Oficial, que llega un día después de que la Unión Europea (UE) oficializara que no incluye a Brasil, como tampoco a Estados Unidos ni a Rusia, en su lista de países considerados «seguros», a los que les abre desde hoy sus fronteras.
Según el último boletín del Ministerio de Salud de Brasil, el segundo país más castigado por la pandemia después de Estados Unidos, ya se registran cerca de 60.000 muertes, con 1.280 fallecidos en el último día, y 1,4 millones de casos confirmados, informó la agencia de noticias EFE.
Las restricciones, en vigencia en Brasil desde finales de marzo, no se aplicarán a migrantes residentes en el país, profesionales extranjeros en misión diplomática, humanitaria o de un organismo internacional, tampoco a pasajeros cuyo destino final sea otra nación, ni a extranjeros que tengan cónyuge o hijo brasileño.
Tampoco afectará a los extranjeros que ingresen a Brasil por vía aérea con la intención de residir por «un tiempo determinado» y que posean un visado para estudiar, realizar actividades artísticas o deportivas, trabajar, invertir o para una reunión familiar, según el texto.
Deberán presentar una declaración emitida por la autoridad sanitaria de su país o médico local que certifique que no están infectados con el nuevo coronavirus.
El martes, un juez federal brasileño revocó un fallo que ordenaba al presidente del país, Jair Bolsonaro, a usar barbijo en público o enfrentar una multa, orden que había sido apelada por el mandatario.
La orden judicial dada el 26 de junio por el juez Renato Borelli, del noveno Tribunal Civil Federal del Distrito Federal, atestiguó un decreto emitido el 30 de abril por el gobierno del Distrito Federal.
La magistrada de segunda instancia, Daniele Maranhao Costa, dio la razón a Bolsonaro en su recurso presentado el viernes a través de la Abogacía General de la Unión (AGU), que representa los intereses del Estado.
Maranhao Costa no se pronunció sobre si el ultraderechista mandatario debe o no usar barbijo, sino que que el Poder Judicial no es el lugar apropiado para resolver ese tipo de asuntos.
Bolsonaro no pidió en su recurso dejar de usarlo, sino ser tratado como cualquier otro ciudadano del Distrito Federal (DF) de Brasilia, donde el uso de la máscara es obligatorio, so pena de multa de 2.000 reales (cerca de 400 dólares).
Fuente: telam