El gobernador Joao Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), lamentó que el gobierno nacional no esté tomando medidas.
«Entonces tenemos que ponernos al frente gobernadores e intendentes», subrayó Doria, quien afirmó que a partir del martes y hasta el 7 de abril habrá cuarententa en San Pablo, con servicios esenciales y liberación apenas para el servicio de telemarketing y la construcción civil.
Es la primera cuarentena que se declara en Brasil y todo sea por frenar el avance del coronavirus en un país que fue considerado de riesgo por el gobierno argentino y cuyo sistema de salud podría colapsar si no se toman medidas inmediatas.
En la misma conferencia de prensa, las autoridades sanitarias informaron de seis muertes en San Pablo en las últimas horas, lo cual elevó en este estado a 15 los fallecidos.
También hubo un deceso en Petrópolis, en el interior del estado de Río de Janeiro, reportado por la secretaría de Salud de ese estado.
El Ministerio de Salud de Brasil declaró el viernes que hay transmisión comunitaria y casos de coronavirus en todo el territorio nacional, incluyendo la selva amazónica.
En los últimos días, las gobernaciones de esos dos estados restringieron la circulación de personas, cerraron comercios y parques y suspendieron el dictado de clases y las actividades recreativas, a contramano del gobierno nacional, que no ordenó ninguna medida similar.
Bolsonaro, en una entrevista difundida este sábado por el canal privado de televisión abierta SBT, editorialmente oficialista, dijo que le parece «una exageración» cerrar shoppings, templos e iglesias.
«Los templos e iglesias dependen de los pastores y de los curas, y ese es el último refugio de las personas», se quejó Bolsonaro, que apuntó a «cuidar la economía».
El presidente sufrió esta semana tres cacerolazos en algunas ciudades para reclamar su renuncia al cargo luego de haber calificado hace 11 días que la pandemia de coronavirus era una «fantasía inflada por los grandes medios».
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