«La realización de fiestas, eventos y reuniones, tanto en espacio público como privado de uso colectivo, con o sin acceso del público en general, no podrá ocurrir», dice el decreto.
En ese marco, se ha prohibido el consumo de bebidas alcohólicas a partir de las 23 en la vía pública y a esa hora deberán cerrar todos los establecimientos comerciales con atención al cliente presencial.
También la municipalidad de Amparo prohibió alquilar propiedades por temporada para evitar la llegada de turistas.
La multa para quien viole la ley seca nocturna es de unos 300 dólares, mientras que el establecimiento que venda bebidas después de las 23 horas pagará el equivalente a casi 600 dólares.
Esta es la primera ciudad de Brasil que reacciona con restricciones desde que en septiembre comenzaron a aliviarse las medidas sanitarias y protocolos en el estado de San Pablo, el más poblado de Brasil con 46 millones de habitantes y el más golpeado por la pandemia.