Con la apertura de las fronteras terrestres, en Puerto Iguazú volvieron las largas filas en las estaciones de servicio, algunas de las cuales se quedaron sin stock de naftas debido a la presencia de automovilistas brasileños y de Paraguay. La creciente demanda, por una cuestión de precios, choca con la cupificación que imponen las petroleras a las bocas de expendio.
En la Ciudad de las Cataratas esta semana hubo colas de hasta dos cuadras para el reabastecimiento en las estaciones de servicio. Y algunas optaron por limitar las cargas, principalmente de naftas, para evitar dejar sin combustible a la población local.
“Esta situación se va a agravar a partir esta semana cuando los requisitos para trasponer la frontera no es tan estricto”, dijo Faruk Jalaf, el histórico dirigente de la Cámara de Estaciones de Servicios y Afines del Nordeste (CESANE).
Jalaf dijo que “el problema es que no tenemos el volumen necesario de aprovisionamiento de combustible para hacer frente a una mayor demanda, principalmente en las ciudades de frontera donde ya se habilitó el ingreso de turistas”.
El dirigente sostuvo que “ahora el problema lo están teniendo Puerto Iguazú y Bernardo de Irigoyen porque tienen pocas estaciones de servicios, pero en las próximas semanas se va a empezar a notar en Posadas. En Puerto Iguazú hay cinco expendedoras pero del otro lado del río hay dos ciudades enormes, como Foz de Iguazú y Ciudad del Este y la enorme diferencia de precios hace que muchos opten por cruzar para llenar sus tanques”, explicó.
En las estaciones de servicio de Brasil el precio de la nafta premium ronda los 245 pesos por litro (siete reales), mientras que en Paraguay se ubica en 1,13 dólares por litro, lo cual equivale a 222 pesos argentinos si se toma como referencia el dólar “blue”.
Faruk Jalaf sostuvo que en Argentina los precios de los combustibles tienen un retraso cercano al 10 por ciento y no descartó que después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre se produzca un incremento de entre 3 y 4 por ciento en los surtidores.
Pero los brasileños no sólo trasponen el puente “Tancredo Neves” para cargar combustibles. Ya se los ve en los supermercados, calculadora en mano, buscando principalmente vinos, aceite de oliva y productos de tocador.
En Posadas, donde es mayor el número de estaciones de servicios, todavía no se registraron faltantes. El ingreso de paraguayos por el puente internacional “San Roque González de Santa Cruz” recién se habilitó hace diez días y con un cupo que ahora se amplió a 1600 personas por día.
Sin embargo, del otro lado de la frontera ya tomaron nota de la abismal diferencia que existe en el precio de los combustibles y a través de las redes sociales convocan a los argentinos con automóviles a llenar sus tanques en los surtidores posadeños y descargarlos en Encarnación con una ganancia de 1.500 pesos por viaje recorriendo poco más de cinco kilómetros.
En Uruguay también miran con preocupación la reapertura de las fronteras terrestres con Argentina, ya que el combustible y muchos productos de la canasta familiar están a precios más que convenientes para los extranjeros. Del otro lado del río Uruguay ya implementaron rebajas impositivas para evitar que el cruce sea masivo.
El Tribuno