Germán Burgos tuvo una charla mano a mano con Líbero y, entre los tantos temas que tocó, habló de River, club en el cual atajó cinco años (1994-1999) y consiguió seis títulos, entre los que se destaca la Copa Libertadores de 1996.
Separado del Cholo Simeone, de quien era ayudante de campo, y a punto de lanzarse en su carrera como entrenador, el Mono fue consultado sobre la posibilidad de dirigir al Millonario en un futuro y respondió: «Seguro porque es mi casa y yo sé que en algún momento va a suceder. Ahora están bárbaro y el tiempo es largo».
Sin embargo, aclaró que en el corto plazo planea quedarse en el viejo continente. «La idea es seguir en Europa. De Argentina no se ha contactado nadie. Pero en principio, la idea es estar acá», contó.
Por otra parte, Burgos se refirió a Marcelo Gallardo y aseguró que las virtudes que tenía como jugador lo han llevado a ser el técnico exitoso que es hoy en día. «Él veía los espacios para jugar en ese momento, donde hacía desequilibrio. Lo veía desde chiquito. Eso lo ha tenido siempre y eso hace ahora como entrenador: busca espacios para atacar y cómo defenderte cuando te atacan. O sea que eso lo tiene innato. Después lo va moldeando para ser el que es hoy, que es un gran entrenador«, expresó el ex-arquero.
Enzo sorprendió al Mono con un saludo y le pidió que contara una anécdota del día en el que coincidieron en la llegada al Millonario.
«Ese día fui a firmar. Yo siempre he llegado dos horas temprano a todos lados, imagínate para firmar con River… dos horas antes estaba ahí. Voy al bar del club y veo pasar luces, luces, luces… como si fuese que bajaba una nave espacial. Eran las luces de las cámaras y no se quien vino y me dijo ‘es Enzo que va a firmar’. Coincidimos el mismo día de la firma. Al rato viene y me dice ‘Hola, soy Enzo’. ‘Sí, ya se, te conozco, si grité el gol tuyo contra Polonia de chilena‘», relató de manera divertida Burgos.
TyC Sports
