El fuego sigue arrasando el norte de California, favorecido por condiciones climáticas que hacen prever vientos y tormentas eléctricas el domingo.
El foco más grande de la región, el denominado complejo LNU (al norte de San Francisco), es ahora el segundo incendio más devastador en la historia del estado, con más de 127.000 hectáreas destruidas.
Casi 14.000 bomberos han sido desplegados, pero la contención de los incendios más grandes sigue siendo baja y el estado ha solicitado apoyo adicional de otros estados y jurisdicciones locales, dijo ayer el departamento de bomberos de California, CalFire.
Los incendios han causado la muerte de 6 personas y arrasado con casi 700 edificaciones desde que se desataran durante la semana, tras 72 horas de tormentas eléctricas con más de 12.000 rayos.
Los dos mayores focos arrasaron en total unas 240.000 hectáreas en todo el estado, según autoridades.
Muchos de los casi 119.000 evacuados han tenido dificultades para encontrar refugio y son reticentes a ir a los albergues dispuestos por las autoridades temerosos de contraer el coronavirus.
Al sureste de San Francisco, otro incendio, el complejo SCU, no lejos de San José, también avanzaba con más de 118.000 hectáreas consumidas, favorecido por el calor en la región. El viernes por la noche había sido contenido en 10%.
AFP/Reuters