Canadá está desplegando lo que denomina un “grupo operativo de inteligencia aérea” como parte de un nuevo plan de 1.300 millones de dólares canadienses (USD 908 millones) para hacer frente a las preocupaciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el flujo de migrantes y fentanilo a través de la frontera norte.
El anuncio se produce un día después de que la ministra de Finanzas del país, Chrystia Freeland, dimitiera abruptamente, acusando al primer ministro Justin Trudeau de no prepararse seriamente para una segunda presidencia de Trump. Fue reemplazada por Dominic Le Blanc, el ministro de Seguridad Pública que dio a conocer el plan fronterizo el martes.
La financiación se anunció por primera vez el lunes en la actualización del presupuesto del gobierno. Trudeau ha prometido medidas fronterizas más severas desde que Trump amenazó con imponer aranceles a México y Canadá.

El plan también incluye la ampliación de la capacidad de recopilación de información de la RCMP y del Communications Security Establishment, la agencia de seguridad cibernética. El gobierno planea aumentar las multas y las sanciones penales por lavado de dinero y crear un grupo de trabajo sobre el tema que involucre a las fuerzas del orden y al sector financiero.
También pretende aumentar el intercambio de información entre funcionarios canadienses y estadounidenses, así como entre el gobierno federal y las provincias. El gobierno de Trudeau dijo que propondría a EEUU la creación de una nueva “Fuerza de Ataque Conjunta de América del Norte” para luchar contra el crimen organizado transnacional.
Trudeau, por su parte, enfrenta una creciente presión por parte de su propio Partido Liberal para que renuncie, después de que su principal ministra renunciara abruptamente y criticara su manejo del presupuesto. Trudeau ha liderado el país durante casi una década, pero se ha vuelto muy impopular en los últimos años debido a una amplia gama de problemas, incluido el alto costo de vida y la elevada inflación.
No existe un mecanismo para que el partido de Trudeau lo obligue a renunciar a corto plazo. Podría renunciar, o su partido podría ser expulsado del poder por un voto de censura en el Parlamento, lo cual desencadenaría una elección que probablemente favorecería al Partido Conservador.
Si su partido sobreviviera a un voto en el Parlamento —lo que parece cada vez más improbable—, Trudeau podría optar por permanecer como primer ministro hasta que se celebren elecciones.
(Con información de Bloomberg y AP)
Fuente Infobae