Elisa Carrió esperaba este día «histórico» hace mucho tiempo. Apenas se votó el desafuero de Julio De Vido, la diputada se abrazó con colaboradores y diputados de su bloque en una puerta del recinto. Estaba visiblemente emocionada, casi al borde de las lágrimas. Pese a la euforia, decidió irse a descansar a la caja de su hija. El «festejo» será esta misma noche, pudo saber Infobae.
Carrió decidió no hablar durante la sesión. Apenas se conoció el resultado de la votación, salió del recinto. La esperaba un grupo de colaboradores y un puñado de diputados de su bloque. «Estoy muy emocionada«, se la escuchó decir.
La diputada decidió irse a descansar a la casa de su hija, que vive en Capital. «Tuvo una noche dificil, casi no durmió por problemas personas de una colaboradora», explicó una fuente de su entorno. Esta noche estará en los estudios de TN, en el programa A Dos Voces, y luego se reunirá junto a legisladores y sus colaboradores más cercanos en la casa de uno de ellos. Un «festejo» íntimo, largamente demorado.
Se sumarán, entre otros, la diputada electa Paula Oliveto, impulsora de las investigaciones contra De Vido en los comienzos del kirchnerismo, y la abogada Mariana Stilman, que defendió a «Lilita» en los juicios contra De Vido.
Rápida de reflejos, la diputada le respondió a través de su cuenta de Twitter: «Que no me manden, porque no tomo alcohol«.
Infobae