Una multitud se congregó en los Campos Elíseos, transformando la célebre avenida de la capital francesa en una celebración de algunos kilómetros.
«On est les champions» (Somos los campeones), fue el grito de los hinchas, que hicieron que la policía cerrara en gran escala los alrededores de los Campos Elíseos a los autos.
El equipo francés, que derrotó 4-2 a Croacia en Moscú, provocó que 90.000 personas se reunieran en la pantalla gigante de la Torre Eiffel. La asistencia fue tal que la policía suspendió el acceso horas antes del partido, ya que hubo tumultos en las entradas.
El triunfo galo, que contó con la presencia del presidente Emmanuel Macron en el estadio, generó desde luego las reacciones de las autoridades del país.
«Gigantes», escribió en Twitter Benjamin Griveaux, portavoz del gobierno. «Veinte años después, gracias a los Bleus por ofrecer el sueño a una nueva generación».
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