Caso Grassi: la causa que desvela al papa Francisco

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El papa Francisco cree -y dice en privado- que el padre Julio César Grassi es inocente, una víctima de un complot o vendetta realizado por uno de los mayores grupos de medios del país. Durante los últimos 14 años no fueron pocos los que invocaron el nombre de Jorge Bergoglio frente a los jueces que debían decidir sobre la suerte del titular de la Fundación Felices Los Niños. En los últimos tiempos, los magistrados que integran la Corte Suprema no fueron la excepción.

Desde que sus abusos fueron denunciados en 2002, en el programa Telenoche, Grassi se convirtió en la cara de una de las causas judiciales más largas de la historia argentina, con más de una veintena de abogados de alto perfil que presentaron apelaciones en cada paso que el sistema permite.

El sacerdote, finalmente, fue condenado en el año 2009 por el Tribunal Nº1 de Morón a 15 años de cárcel, luego de una larga y meticulosa instrucción del fiscal Alejandro Varela.

«Gabriel», un joven que estuvo bajo su cuidado en Felices Los Niños a mediados de la década del 90, fue la víctima que lo llevó a la cárcel. Grassi conoció la prisión cuatro años después en septiembre de 2013, cuando el TOC N°1 de Morón y la Suprema Corte bonaerense confirmaron su condena, algo que ya había hecho la Cámara de Casación provincial.

Lo cierto es que no son pocos los que hoy siguen con extrema curiosidad la marcha del expediente. Tendrán que esperar: la decisión final sobre la suerte del cura, aseguran fuentes judiciales, no llegará en un tiempo cercano. Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz deberán emitir su dictamen sobre recursos presentados tanto por la defensa de Grassi, hoy con la firma del abogado platense Carlos Irisarri, como por la histórica querella del caso, liderada por el abogado Juan Pablo Gallego, apoderado de CASACIDN -una ONG a favor de los derechos del niño encabezada por Estela de Carlotto- que representa a «Luis» y «Ezequiel», dos jóvenes que también señalaron al sacerdote por abusos y cuyas denuncias fueron rechazadas por la justicia.

El sistema de registros de circulación de la Corte indica que el recurso presentado por el querellante llegó a la vocalía Nº4 del máximo tribunal –cuyo titular es Carlos Rosenkrantz- el día 5 de este mes, luego de pasar por los despachos de Maqueda, Highton de Nolasco y Lorenzetti desde mayo del año pasado. Gallego solicitó incrementar la pena de 15 a más de 30 años. El abogado pidió en su recurso que los casos de «Luis» y «Ezequiel» sean incluidos.

Hubo un episodio sumamente curioso con Gallego como protagonista. En junio de este año, Ricardo Lorenzetti visitó en el Vaticano a Su Santidad, en el marco de una cumbre de jueces sobre crimen organizado. Anoticiado de esta reunión,»Gabriel», la víctima por la cual Grassi fue condenado -hoy de 32 años-, le escribió al presidente de la Corte pidiéndole encarecidamente que no libere al hombre de la Iglesia, que eso implicaría «revivir su calvario».

Gallego fue el encargado de entregar la misiva. El querellante del caso aseguró en diálogo con Infobae que Lorenzetti lo recibió. La charla que mantuvieron, según el abogado, fue «sumamente llamativa». Gallego apunta: «En ese encuentro, que ocurrió hace tres meses, el doctor Lorenzetti me transmitió que por el caso estaba recibiendo ‘mucha presión’. Entendí claramente que me manifestaba esto recién llegado de Roma».

El letrado continúa: «Recuerdo haberle dicho que lo entendía en el mismo modo que cualquier estudiante de derecho entendería que este es el caso más fácil de resolver. Pocas veces se ha formado prueba tan contundente. Debería ser el caso más sencillo de resolver para la Corte Suprema. InclusoLorenzetti me manifestó que, dada la relevancia de la situación, iba a esperar a los nuevos jueces de la Corte».

No sería esta la primera vez que circulan rumores del presunto interés de Jorge Bergoglio por la suerte del cura Grassi. En septiembre de 2013, Héctor Negri, presidente de la Suprema Corte bonaerense, tuvo que desmentir -ante repetidas versiones- que había hablado del caso al encontrarse con el Papa en el Vaticano tiempo antes de emitir el fallo que confirmaba la condena. Negri aseguró en aquel entonces que se entrevistó con el Papa «por razones absolutamente espirituales, alejadas a miles de kilómetros de cualquier sentencia judicial».

En la calle Talcahuano al 500, el lobby pro-Grassi no se hace solo con simples comentarios, sino también con una extensa investigación de más de 2 mil páginas que, según afirma el abogado Gallego, recibieron los jueces de la Corte.

La trilogía

Hay tres volúmenes que, para quienes conocen esta historia, son un secreto a voces. Se llaman, precisamente, «Estudios sobre el caso Grassi». Fueron editados de forma privada en 2010, 2011 y 2013 respectivamente, no llevan pie de imprenta y tienen entre 400 y 700 páginas cada uno, con cuadros de Johannes Vermeer en sus portadas. Un epígrafe en las mismas dice claramente: «Edición privada para los comitentes de la Conferencia Episcopal Argentina». Es decir, para la mesa chica de la Iglesia nativa, el organismo que nuclea a los obispos del país.

Los tres tomos llevan la firma del abogado Marcelo Sancinetti, el mismo que tiempo atrás publicara un trabajo asegurando que Alfredo Yabrán no había ordenado la muerte de José Luis Cabezas. Con casi 35 años de carrera, Sancinetti es autor de más de 30 libros y profesor titular en la UBA.

En el primer libro, el autor reconoce que la Conferencia le encargó el análisis del caso un tiempo antes de que Casación bonaerense fallara en contra del cura Grassi, a fines de 2010. En el tercero, el académico indica el nombre de quien le encomendó especialmente el trabajo: el ex presidente de la Conferencia Episcopal, Jorge Mario Bergoglio.

Extracto del tercer tomo de “Estudios sobre el caso Grassi”, del jurista Marcelo Sancinetti.
Cada uno de los volúmenes está dedicado a refutar las acusaciones de los tres principales denunciantes: «Gabriel», «Luis» y «Ezequiel». Como conclusión, Sancinetti asegura que -a pesar de la condena confirmada por Casación y Suprema Corte provincial- Grassi es inocente.

La última palabra de esta historia la tendrán los cinco habitantes del cuarto piso del Palacio de Justicia, quienes ya recibieron el dictamen del Ministerio Público Fiscal: Irma García Netto, -procuradora ante el máximo tribunal-, pidió que se confirme la condena a Grassi y que se revoque la absolución en los casos de «Luis» y «Ezequiel».

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