Dos médicos forenses declararon este jueves en el marco de una nueva audiencia del juicio oral seguido a nueve personas por el crimen de Mario Agustín Salto, dado que fueron los encargados de realizar la autopsia.
En ese sentido, los Dres. Mariano Pagani y Julián Canllo explicaron el informe que confeccionaron junto con el Dr. Armando Meossi, ya que integraron la junta de profesionales que analizaron los restos del niño de 11 años.
Entre las conclusiones que expusieron, las más destacadas fueron que la víctima falleció por asfixia mecánica, ya que fue estrangulada con un cable de acero o un alambre delgado.
Aseveraron también que el abuso sexual fue previo a su óbito y que su desmembramiento se concretó inmediatamente después del estrangulamiento. En tanto, el torso presentaba signos de arrastre posmortem, para lo cual brindaron las explicaciones técnicas pertinentes.
En cuanto al elemento que se utilizó para seccionar la cabeza y los miembros inferiores del cuerpo, ambos sugirieron que fue un arma blanca de gran envergadura, con una hoja de mucho filo, posiblemente un cuchillo tipo carnicero.
Luego de un receso, compareció un testigo de identidad reservada que había declarado en sede policial y judicial. El día de la desaparición del niño, había estado en compañía de dos de los enjuiciados, Daniel Sosa y Rodolfo Sequeira, con quienes a la tarde fue a una cancha de fútbol. Regresó con ellos hacia la zona de la represa cuando ya era de noche, en momentos en que la policía se encontraba en ese sector de Quimilí, en búsqueda del chico.
Posteriormente, declararon Fernando Castillo y Lorena Verón. El primero dijo haber visto un automóvil estacionado cerca de la represa en la tarde en que desapareció la víctima y la segunda, compañera de trabajo de la imputada María Eugenia Montes en el Hospital Zonal quimilense, refirió un pedido que le había realizado aquella.