Durante su exposición en el Senado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, comenzó a leer el contenido de una denuncia judicial de un puestero de la localidad de Epuyén. No logró terminar. El senador kirchnerista Ruperto Godoy gritaba desde la primera fila. La discusión siguió otro camino. Pero Infobae pudo saber que esa denuncia disparó una de las hipótesis que se evalúan en el Gobierno ante la falta de resultados en la búsqueda de Santiago Maldonado, el joven desaparecido. ¿Por qué? El puestero, identificado como Evaristo Julián Jones, denunció que apuñaló a una persona durante un ataque del grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Hasta ahora no hay rastros del atacante. Tampoco hay pruebas que lo vinculen al joven desaparecido.
El hecho habría ocurrido el 21 de julio a las 2 de la madrugada. Según la denuncia que hizo el puestero ante la comisaría de Epuyén y a la que accedió este sitio, al menos dos personas encapuchadas ingresaron al puesto conocido como Los Retamos, sobre la ruta 40, y lo agredieron. En su defensa, Jones tomó su cuchillo y apuñaló a uno de los atacantes. «Yo le tiré una puñalda a uno de ellos para defenderme y estoy casi seguro que lo lesioné. No se cuál será la lesión, pero lo lesioné. Enseguida me tiraron al piso. Dos de ellos tenían algo en las manos, creo que eran armas de fuego», relató el puestero.
Mientras lo retenían en el piso, revolvieron el lugar alumbrándose con linternas. Jones asegura que no le pudo ver el rostro a los atacantes por la oscuridad. Con las manos atadas, lo sacaron del lugar y comenzaron a prender fuego el puesto. «Empezó en la cocina y luego hacia el resto de las piezas. No vi cual de ellos lo prendió ni como pero ellos lo prendieron. Me sentaron enseguida en el asiento de atrás del auto. Me dijeron que me quedara tranquilo, que no me moviera de ahí. Después escuché un fuerte ruido que creí que era un disparo y sentí que se rompió el vidrio lateral trasero», sigue el relato de Jones.
Los agresores cantaban en el idioma mapuche, mientras el puesto se prendía fuego.Minutos después abandonaron el lugar. El puestero logró salir del auto. Estaba desnudo y muerto de frío. Pero tuvo suerte que un patrullero pasaba por la zona.
Todo indica que fue un ataque más del RAM, aunque en las últimas horas se transformó en unas de los hipótesis que investiga el Ministerio de Seguridad por la desaparición de Santiago Maldonado. «El apuñalado nunca apareció ni se atendió en los hospitales de la zona», argumentan las fuentes consultadas.
Lo cierto es que todavía no hay pruebas para vincular ese hecho con el joven desaparecido. Ni siquiera se realizaron las muestras de ADN con la sangre encontrada en el lugar.
Bullrich fue muy clara ante los senadores: «Todas las hipótesis están abiertas». Y destacó que los tres celulares que usaba Maldonado (uno con característica de Chile) casi no habían tenido actividad en los últimos días. «Los teléfonos no dan una pista que estuviera en la zona (del desalojo)», remarcó la ministra.
En su intervención, Bullrich también respaldó a su jefe de Gabinete, presente en el operativo del 1 de agosto, y a los responsables de la Gendarmería. Con todo, la principal hipótesis sigue apuntando a esa fuerza.