Catherine Fulop se enteró de que su hija, Oriana Sabatini, y su yerno, Paulo Dybala, tienen coronavirus, apenas unas horas antes de que ellos mismos decidieran comunicarlo a través de sus redes sociales. Primero fue el jugador de Juventus, quien publicó la noticia en su cuenta de Twitter, asegurando que ambos se encuentran en “perfecto estado”. Y después la cantante desde su cuenta en Instagram confirmó la noticia y llamó a los argentinos a tomar conciencia de “lo grave que es la situación”.
Desde ese momento, el teléfono de la conductora no dejó de sonar. Ella, sin embargo, primero se ocupó de contener a su marido, Ova Sabatini, que se siente impotente al tener a su hija en Italia, a tantos kilómetros de distancia. Y también a Tiziana, la menor de sus chicas, quien se encuentra cumpliendo la cuarentena total con ellos, en la Argentina.
Sin embargo, por la tarde, Cathy habló con el ciclo Fin de semana, que se emite por la pantalla TN, y contó como tomó conocimiento de la situación. “Esta mañana, temprano, nos dio la noticia Oriana. Por supuesto que la recibimos con mucha preocupación, porque tenemos mucha incertidumbre con respecto al virus. Lo que nos tranquiliza es que ellos se encuentran bien, realmente. Tienen síntomas leves, como si fuera una gripe”, empezó relatando la venezolana.
Y luego explicó: “Lo que me cuenta Oriana es que venía ya hace unos días sintiéndose mal. Ella no nos había dicho nada porque seguían haciendo sus actividades. Pero lo que nos comenta, para que la gente joven esté atenta, es que ella sentía que le faltaba el aire cuando hacía gimnasia, que estaba como agitada y era algo diferente a lo que te puede exigir una actividad física”.
Cathy se mostró preocupada porque, al no tener síntomas graves, la gente joven “no termina de darse cuenta de que es la que más trasmite el virus”. “Se sigue trasladando y esto es muy contagioso”, dijo. Y aclaró que su hija y su yerno “por suerte están bien y está cuidados por los médicos del club de fútbol donde trabaja Paulo”.
En ese sentido, la conductora aclaró que los responsables de Juventus “van a estar pendientes de ellos, atendiéndolos y llevándoles todo lo que ellos necesiten para que no tengan que salir de ninguna manera”. Y recordó que Oriana y su novio ya llevaban nueve días haciendo cuarentena»
Pese a todo, no puede estar tranquila. Y, según contó, está en contacto “todo el tiempo” con su hija y su yerno mediante videollamadas: “Yo la verdad es como que estoy un poco angustiada. Pero creo que es por el tema de la distancia. Porque realmente los veo bien . Sé que son jóvenes y fuertes. Y, simplemente, la distancia es lo que más nos angustia”.
La conductora reconoció que, en realidad, Oriana está mal por el Ova. “Ella está preocupada por su papá, que es él que está feo. No la está pasando nada bien sabiendo que dio positivo el test», confesó la venezolana.
¿Si el Ova se querría ir a Italia? “Él me dijo: ‘Si Oriana se enferma, yo me voy’. Pero en este momento es imposible porque están cerradas las fronteras. Y creo que lo más coherente es que nos quedemos tranquilos, que ellos van a estar bien y se van a recuperar satisfactoriamente”, aseguró Cathy.
Y llamó a la reflexión de los argentinos: “Ahora hay que rezar mucho para que acá podamos tomar conciencia de que tenemos que quedarnos en casa, para que este virus tan contagioso para el cual no tenemos una vacuna o un tratamiento no se siga propagando. Sepamos que es nuestra responsabilidad que no nos contagiemos los unos con los otros”.
Cathy contó que veía que en su zona, un barrio cerrado, “los chicos jóvenes se van a jugar al tenis”. Y dijo que el ejemplo de Italia tenía que servirnos de “lección” por ser «un país que es del primer mundo, que la está pasando tan mal y en el que hay tanta gente contagiada”.
Finalmente y sin poder ocultar su congoja, Fulop se mostró asustada de tener a su hija y su yerno en un lugar dónde el sistema de salud ya se encuentra colapsado. “Yo estoy descompuesta en este momento. Tengo un dolor de cabeza. Y mi marido no te lo quiero decir cómo está. Pero en realidad es porque tenemos pocas certezas y muchas incertidumbres. Sabemos que la gente joven, en el 80 por ciento de los casos, la pasa como si fuera una simple gripe. Pero igual nos preocupa. Así que estamos rogando y rezando para que todo siga un curso satisfactorio”, concluyó.