Tres personas fueron detenidas acusadas de integrar una organización narco criminal que vendía golosinas tipo gomitas masticables impregnadas con THC -principal componente de la marihuana-, y con las cuales dos jóvenes se habían intoxicado en septiembre pasado, tras dos allanamientos en las localidades bonaerenses de Castelar y Ciudadela donde se secuestró una cantidad valuada en 60 millones de pesos de estos «narcocaramelos» que pueden ser 10 veces más potentes que fumar la droga.
Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que las detenciones fueron realizadas por efectivos de la División Precursores Químicas y Drogas Emergentes, dependiente de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal (PFA), a partir de una investigación que se extendió a lo largo de los últimos tres meses.
Según explicaron los voceros, el puntapié inicial de la pesquisa surgió a partir de la intoxicación de dos hombres que habían consumido gomitas con el mencionado estupefaciente en septiembre último.
Ese día, los damnificados se intoxicaron en un departamento del barrio porteño de Balvanera tras ingerir un frasco de estas golosinas masticables infusionadas con el cannabinoide THC que habían comprado por internet, por lo que debieron quedar internados en la Clínica de la Trinidad, de Palermo.
A raíz de ese hecho, intervino en la investigación el Juzgado Federal 3 de Morón, a cargo de Alicia Vence, junto a su secretario Leonardo Cano, y el titular de la Fiscalía Federal 1 de ese distrito, Sebastián Basso.
Como resultado de la pesquisa, denominada como «Operación Torch», se logró identificar a una de las vendedoras de las golosinas adulteradas y se procedió a allanar su domicilio en la localidad de Ciudadela.
En ese operativo, los agentes encontraron elementos que la vinculaban con la venta del material estupefaciente y detuvieron, además, a las dos personas que le proveían las golosinas, una pareja que usaba como depósito una casa ubicada en Castelar, en la zona oeste del conurbano.
Tras la detención de los tres sospechosos, se incautó una importante cantidad de gomitas impregnadas con THC, vehículos, dinero nacional y en moneda extranjera, documentación y distintas anotaciones relacionadas a la comercialización de las golosinas.
Según aclararon los voceros, los tres detenidos, que tienen menos de 30 años, no registran antecedentes penales y se negaron a declarar ante la jueza Vence, que les imputó el delito de «tráfico de estupefacientes».
Además, en los mencionados procedimientos, los agentes encontraron vaporizadores -comunes y específicos para el consumo de marihuana-, que también eran comercializados ilegalmente por la banda.
Mientras tanto, una mujer que se encontraba en uno de los domicilios allanados por la PFA también fue detenida, aunque no por esta causa, sino porque los agentes detectaron que tenía un pedido de captura en otro expediente por venta de drogas.
Finalmente, los investigadores calcularon en 60 millones de pesos el valor de mercado de las gomitas incautadas.
«Es el primer procedimiento que se hace de este tipo en la Argentina», resaltó a Télam un investigador con acceso a la causa.
Al respecto, el informante destacó que las gomitas con THC eran importadas por encomienda desde los Estados Unidos, tras lo cual eran revendidas a través de WhatsApp, Telegram y Facebook.
«En algunos lugares de Estados Unidos este tipo de alimentos son legales. La principal gomita que compraban era de marca ‘Torch’ y fue por eso que la operación desplegada llevó ese nombre», explicó.
Según explicó el pesquisa a esta agencia, el material estupefaciente se comercializaba en frascos o sobres de 20, 10 y 2 gomitas cada uno, con distintas variedades en la cantidad concentrada de THC.
«Un frasco de entre 10 y 15 gomitas puede llegar a tener una cotización de 40 mil pesos. Después quienes revendían las golosinas podían cuadriplicar su ganancia», comentó la fuente.
Con respecto al consumo de las golosinas, el investigador advirtió que las mismas tienen un «efecto muy potente, pero no inmediato».
«El efecto puede demorar varios minutos. En el caso de los chicos intoxicados, pasó que vieron que no hacía efecto y siguieron consumiendo hasta que les empezó a faltar el aire. Hay que tener en cuenta que comer estas gomitas pueden causar un efecto diez veces más fuerte que fumar marihuana», aclaró.
De hecho, los voceros de la PFA manifestaron su preocupación sobre este material estupefaciente ya que tienen un gran atractivo en jóvenes y adolescentes.
«Estas gomitas se presentan como dulces golosinas inofensivas, pero que en realidad son sustancias con THC, principal componente psicoactivo alucinógeno de la marihuana, lo que causa graves problemas a la salud, provocando cuadros de intoxicación, siendo necesario incluso la hospitalización de sus consumidores», concluyeron.
Fuente: telam