Cepo a la carne: se perdieron exportaciones por US$ 120 millones

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En dos semanas que la Argentina no exportó carne por el cepo que impuso el Gobierno nacional se perdieron negocios por 120 millones de dólares. Ese es el cálculo que hizo la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), al analizar las consecuencias que trajo a la economía argentina el cepo que impuso la Casa Rosada.

El economista jefe de la FADA, David Miazzo, explicó que en un mes los despachos promedio del país se ubican en US$ 240 millones, por lo que la suspensión de las ventas al exterior durante la mitad de tiempo permite estimar una pérdida de US$ 120 millones.

Para tomar dimensión de lo que significa este número, Miazzo dijo que ese monto es equivalente a lo que saldría comprar 12 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V o, por ejemplo, si se pasa esos US$ 120 millones a pesos, o sea, unos $ 12.000 millones al tipo de cambio oficial, sobraría para solventar la suma que el Estado vuelca mensualmente en la tarjeta Alimentar, unos 10.604 millones de pesos.

Hoy se cumplen dos semanas desde que el Gobierno decidió cerrar las exportaciones de carne. Como respuesta a esa medida las entidades agropecuarias lanzaron un paro de comercialización que la Mesa de Enlace extendió hasta el miércoles de esta semana.

Las consecuencias

Estos números corresponden a los efectos dañinos inmediatos para la cadena cárnica y para el país, sobre todo en lo que respecta al frente externo, restringiendo la entrada de divisas. Pero las consecuencias negativas de mantener el cierre de exportaciones en el corto y mediano plazo pueden ser contundentes y difíciles de recuperar.

«Para el sector, un cierre de exportaciones es muy dañino porque Argentina está exportando casi un 30% de lo que produce y, si bien quedaron afuera del cierre cuotas como la Hilton, estas representan solo el 8% de las exportaciones totales de 2020. Se está cerrando más del 90% de las exportaciones y cortando una parte muy importante de la demanda a la cadena», señaló Miazzo.

En lo inmediato, el impacto en los frigoríficos exportadores, más allá de la pérdida de dinero, será en la colocación de la faena con destino el mercado externo. Y si la medida se extiende en el tiempo los frigoríficos se verán obligados a bajar el ritmo de producción, cuestión que afectará a trabajadores que venían haciendo doble turno por el alto ritmo de producción que había en los establecimientos.

Por el lado del sector productivo, la mayor afectación estará del lado de los precios, los cuales «se van a destruir, en especial los de la vaca», puntualizó Miazzo. El precio de esta última será lo más distorsionado, ya que «es lo principal que iba a China y eso afecta principalmente a los tambos y a los criadores, porque los que las van sacando son los criadores, no los feedlots. Ahora esa vaca va a pasar a no valer nada, porque en el mercado interno tampoco vale», dijo el experto.

Estas medidas y señales mellan la confianza del productor y construyen un escenario de incertidumbre que golpea, en primer lugar, a la inversión: «Así, la producción empieza, de un día para otro, a decrecer, porque nadie piensa en crecer, si no en reducirse, para no ser golpeado con todas estas medidas».

Cabe recordar que las medidas restrictivas que impulsó el kirchnerismo entre 2006 y 2010 provocaron una caída de 10 millones de cabezas del stock ganadero y un desplome del 65% en las exportaciones.

Ahora bien, si este cierre, planteado por el Gobierno nacional como temporal y que solo durará 30 días, trasciende ese plazo, el panorama para la actividad se proyecta mucho más sombrío: «Si va más allá, están en juego unos US$ 2.400 millones anuales, sin contar las cuotas anuales en exportaciones y cerca de 100.000 puestos de trabajo relacionados con el sector exportador, que van desde el productor, el engordador, los frigoríficos y la logística», sentenció Miazzo.

Por supuesto que la imagen de Argentina como un país confiable a la hora de la provisión de alimentos en el mercado mundial queda tocada, sobre todo si se plantea tamaña incertidumbre en nuestro «caballito de batalla».

Se abre la grieta con los ganaderos

La Dirección General de Aduanas (DGA) denunció a 19 frigoríficos que realizaron operaciones fraudulentas de exportación de carne, trascendió ayer. Las multas totales impuestas por el organismo de control y fiscalización que depende de la AFIP alcanzan un monto cercano a los US$ 6 millones. La medida se tomó en el marco de las restricciones a las ventas de carne al exterior y a los cuestionamientos que viene realizando el Gobierno a algunos frigoríficos por eludir la declaración de las exportaciones. La investigación de más de tres meses de la Aduana derivó en la presentación de una denuncia por presuntas maniobras de evasión tributaria y menor ingreso de divisas al mercado cambiario.

Las irregularidades de los exportadores de carne bovina se enmarcan en lo que se conoce como “declaración inexacta”, indicaron fuentes de la AFIP.

La pesquisa aduanera permitió detectar que los 19 frigoríficos denunciados declararon mercadería en forma incorrecta con el objetivo de reducir la carga tributaria y subfacturar ventas.

Los frigoríficos denunciados declararon exportaciones de hueso y carne no apta para consumo humano, mercadería que paga un 5% de derechos de exportación.
La fiscalización realizada por la Aduana detectó que se trataba de alimento apto para consumo humano, productos que tienen una alícuota del 9%.

La maniobra fraudulenta implica un perjuicio fiscal para el Estado y también un menor ingreso de divisas, indicaron fuentes oficiales. Las exportaciones de las firmas denunciadas tuvieron como destino más de 10 países diferentes, pero los embarques se despacharon fundamentalmente hacia China y Hong Kong.

El Tribuno

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