En las últimas horas, Cristina Kirchner instruyó a su secretario para que le haga extensiva la invitación al gobernador riojano, Ricardo Quintela, luego de la frustrada interna por la conducción del PJ. El llamado fue cerca de las 5 de la tarde de este viernes, pero el mandatario estaba en el interior de la provincia “con poca señal”, por lo que no pudo responder ni confirmar asistencia.
“Seguramente hay mucho para hablar, es un dirigente importante del espacio”, señalaron desde el entorno de CFK a TN. Además, remarcaron que el encuentro es parte de una serie de reuniones que ya inició la expresidenta con distintos referentes del peronismo. En ese sentido, descartaron que haya existido -ni vaya a haber- oferta alguna sobre cargos partidarios.
“La idea es seguir planteando lo que viene diciendo, que no sobra nadie. La importancia de sellar la unidad y trabajar juntos”, afirmó a este medio alguien que conoce la intimidad del Instituto Patria. Precisamente en las oficinas de Cristina Kirchner se llevará a cabo el encuentro, si el mandatario acepta el convite.
El objetivo ahora es “mirar para adelante” y sumar la mayor cantidad de dirigentes posible en este reordenamiento del PJ que propone CFK. En ese sentido, Quintela es un gobernador que además ya tendió puentes con sus pares del norte, por lo que tiene un valor para aportar a la mesa.
El historial reciente entre la expresidenta y el mandatario riojano tiene varios desencuentros. En plena interna, acusaron llamados no respondidos de ambos lados, cuando todavía había intentos de sellar una lista de unidad.
El peronismo no termina de cerrar la herida que dejó perder las elecciones presidenciales del 2023, pero no es menos cierto que los problemas comenzaron mucho antes. Los cortocircuitos fueron evidentes durante el gobierno de Alberto Fernández, pero en pos de la unidad se hizo caso omiso a las diferencias y se empujó hacia adelante para intentar retener el poder.
Ahora, las diferencias se potenciaron y no quedaron exentos ni los que están en puestos de gestión. Uno de los más apuntados es el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que además de ser blanco predilecto del presidente Javier Milei, recibe “fuego amigo” a diario. La interna del PJ entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela lo dejó en un lugar incómodo y La Cámpora aprovechó para revivir viejos rencores.
