El número de casos sigue siendo mucho más bajo que en la mayoría de los países, con 48 nuevos contagios notificados este viernes.
Sin embargo, las autoridades prefieren no arriesgarse e impusieron a decenas de miles de personas en Pekín, ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero, confinarse después de que se detectaran algunos casos de coronavirus.
Según la plataforma china Feichangzhun, la mitad de los vuelos de los dos principales aeropuertos de la capital fueron cancelados este viernes.
Frente a los centros médicos de la capital, se observaban largas filas de ciudadanos que querían cumplir con los estrictos controles ante el SARS-CoV-2 implementados por las autoridades sanitarias chinas.
Tu Anling, una informática de 24 años, declaró a que necesitaba una prueba para poder viajar en tren a Nanjing, una ciudad a unos 1.000 kilómetros al sur de la capital.
«Inicialmente, me las arreglé para verme con mis amigos aquí (en Pekín), pero el reciente brote hizo que muchos de ellos dijeran que ya no venían», contó Tu Anling.
Muchas regiones están exigiendo a los pasajeros que muestren una prueba negativa antes de entrar, sobre todo a aquellos que se desplazan desde ciudades que han notificado casos recientemente.
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