El primer ministro de China prometió hoy un mayor gasto público para revivir su economías tras la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, pero no anunció ningún paquete de ayuda a gran escala como los adoptados por otras potencias como Estados Unidos o Japón.
En la apertura del Parlamento ceremonial de China, el premier Li Keqiang dijo a los legisladores que Beijing no fijará una meta de crecimiento anual, como hace siempre en este evento, dada la incertidumbre mundial y a fin de centrarse en la lucha contra el brote local, que está en remisión.
«La batalla contra el virus aún no ha llegado a su fin», advirtió Li, el segundo en la jerarquía política de China detrás del presidente Xi Jinping y el encargado del manejo de la economía del país, la segunda mayor del mundo.
También hoy, con estrictas medidas sanitarias, como el uso de barbijos, los legisladores de la Asamblea Nacional Popular comenzaron a debatir un borrador de ley de seguridad para Hong Kong que refleja la intención de Beijing de reforzar su control sobre la ex colonia británica.
No se difundieron detalles del proyecto, pero Estados Unidos advirtió que podría revocar a Hong Kong su estatus de socio comercial preferencial si se socava «el alto grado de autonomía» prometido por Beijing para el territorio.
La pandemia de coronavirus, que obligó a China a aislar ciudades con una población total de 60 millones de personas, sumó problemas para un Partido Comunista Chino que ya enfrentaba meses de fuertes protestas prodemocráticas en Hong Kong y una guerra comercial con Estados Unidos.
China registró casi 83.000 casos de coronavirus y un total de 4.634 muertes desde el origen de la pandemia en su ciudad central de Wuhan, en diciembre pasado.
En las últimas 24 horas el país detectó cuatro nuevos casos, incluidos dos en la nororiental provincia de Jilin, lugar del más reciente brote de coronavirus en China, informaron autoridades sanitarias citadas por la agencia de noticias estatal Xinhua.
China fue el primer país que cerró fábricas, negocios y prohibió viajes para combatir la pandemia, así como el primero en relanzar actividades productivas en marzo, aunque todavía sigue lejos de los niveles anteriores al brote.
La abrupta crisis económica provocada por la pandemia derivó en una importante destrucción de empleo en China, de hasta 25 millones de puesto de trabajo, según estimaciones privadas.
El premier dijo que el gobierno central dará a los gobiernos locales unos 2 billones de yuanes (unos 280.000 millones de dólares) para evitar la pérdida de empleos, asegurarse de que se cubran las necesidades básicas de la población y ayudar a las empresas.
El déficit presupuestario se incrementará en 1 billón de yuanes (140.000 millones de dólares) a fin de cumplir con ciertas metas, como crear 9 millones de nuevos puestos de trabajo urbanos.
El anuncio está en línea con expectativas de un aumento del gasto chino para enfrentar los efectos de la pandemia, pero el incremento es muy pequeño comparado con los paquetes de estímulo aprobados y en discusión en Estados Unidos, Japón y la Unión Europea (UE).
«Estas son medidas extraordinarias para una época inusual», dijo el premier Li en un discurso televisado.
La segunda mayor economía del planeta tuvo una contracción interanual de un 6,8% en los primeros tres meses del año, como consecuencia del cierre de actividades por el coronavirus.
Se estima que China crecerá menos que el 6,1% de 2019, que ya fue el crecimiento más bajo de su PBI en varias décadas.
Fuente: telam