La teoría de la fuga de un laboratorio, inicialmente esgrimida por Donald Trump, y luego descartada como «altamente improbable» por una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que llegó con retrasó a China, resurgió en los últimos días, impulsada por Estados Unidos.
Pekín rechaza la teoría de que el virus pueda haber surgido de un laboratorio de virología en Wuhan y acusa a Estados Unidos de vender «conspiraciones» y politizar la pandemia, que ya dejó más de 3,5 millones de muertos y ha paralizado economías en todo el mundo.
Los «motivos y propósitos de la administración Biden son claros», dijo el jueves Zhao Lijian, vocero del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, rechazando la necesidad de una nueva investigación sobre el origen del coronavirus.
«El mundo conoce desde hace tiempo la oscura historia de los servicios de inteligencia estadounidenses«, dijo en referencia a las infundadas acusaciones de Estados Unidos sobre armas de destrucción masiva que justificaron su invasión de Irak.
Volver a la teoría de la fuga de un laboratorio «es una falta de respeto a la ciencia y también una alteración en la lucha mundial contra la pandemia», dijo Zhao.
Pese a ello, la idea de que el virus salió de un laboratorio de Wuhan está ganando cada vez más adeptos en Estados Unidos.
Citando un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses, The Wall Street Journal informó el domingo que tres personas del Instituto de Virología de Wuhan fueron hospitalizadas con una enfermedad estacional en noviembre de 2019, un mes antes de que Pekín revelara la existencia de un misterioso brote de neumonía.
La hipótesis del origen natural -respaldada como la más probable por el equipo de expertos de la OMS que visitó China- sostiene que el virus surgió en los murciélagos y luego pasó a los humanos, probablemente a través de una especie intermediaria.
Esta teoría fue ampliamente aceptada al principio de la pandemia, pero con el paso del tiempo los científicos no han encontrado un virus ni en los murciélagos ni en otro animal que coincida con la firma genética del SARS-CoV-2.
China quiere dejar de lado la búsqueda del origen de la pandemia, que impulsan países occidentales como Australia y el Reino Unido, y quiere centrarse en su recuperación económica tras lograr controlar el coronavirus dentro de sus fronteras.
En este sentido, el Ministerio de Comercio se congratuló el jueves de las conversaciones con Washington que forman parte de un acuerdo para poner fin a la guerra comercial.
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