El arquero Sergio «Chiquito» Romero expresó su arrepentimiento por el grave incidente que protagonizó con los simpatizantes de Boca al término del Superclásico en la Bombonera, y reveló que pidió disculpas al presidente del club, Juan Román Riquelme. Tras recibir una sanción de dos fechas por parte del club, sostuvo que «hay que tratar de tirar para adelante».
«Quiero expresar lo arrepentido que estoy de lo que sucedió. Uno es profesional y hay que saber que uno tiene que tener la mente en frío y meterse al vestuario. No pude controlarme en ese momento, estaba enojado con el árbitro porque pensaba que lo de Milton (Giménez) había sido gol. Tuve una reacción fea y pedí disculpas al presidente, a mis compañeros y a mi familia», afirmó Romero en declaraciones al canal de Boca.
Al término del partido que River le ganó a Boca 1 a 0, Romero se dirigía a los vestuarios cuando fue insultado por socios y socias de Boca, lo que provocó la inmediata reacción del guardavallas, quién se midió cara a cara con uno de los socios, pero luego de un forcejeo fue separado por compañeros y empleados del club.
Por este incidente, Boca suspendió por dos fechas a Romero y también aplicó sanciones disciplinarias a los socios que intervinieron en el tumulto, luego de verificar en las cámaras del estadio todo lo sucedido.
«Tuve una reunión después del entrenamiento. Me comunicaron la sanción y obviamente entiendo que, cuando sucede un acto de esta magnitud, tiene que haber una sanción, para que no se vuelva a repetir. Hablamos un poco de eso y del partido. Hay que tratar de sacar al club adelante entre todos», expresó Romero, quién el sábado frente a Belgrano, en Córdoba, será sustituido por el arquero Leandro Brey, al igual que el próximo partido que dispute el “Xeneize” ante Argentinos Juniors, además de que el club de la Ribera, buscará un nuevo arquero en enero para que le compita el puesto a los dos jugadores que defienden el arco actualmente.
En relación con esto, “Chiquito” comentó el apoyo que recibe de su familia, especialmente de su esposa, quien lo ayuda a mantener la calma en momentos difíciles: «Mi mujer es el sostén, la que baja mi cabeza a tierra cuando no conseguimos los resultados», señaló el arquero, quien también compartió cómo su hija ha comenzado a vivir con intensidad el sentimiento por Boca tras pasar la mayor parte de su vida fuera del país.
Finalmente, Romero dejó en claro que seguirá trabajando para ayudar al club a superar este mal momento y que comprende la frustración de los hinchas: «Hoy tengo sangre en el cuerpo y me duele cuando al equipo no le va bien. Boca es un club grande que necesita que los resultados estén».
Fuente: noticias argentinas