Las hembras son igual o más agresivas que los machos y su conducta no está ligada ni a la reproducción ni a la maternidad. Este es el comportamiento que observó un grupo de científicos argentinos en peces.
La investigación, publicada en la revista científica Behavioural Processes, se centra en esta especie sudamericana y hace hincapié en un punto que no es tomado, en general, por los expertos. «Varias veces hice el ejercicio de preguntarles a mis amigos del ámbito no científico, por qué los machos y las hembras son agresivos. En general, la respuesta respecto a los machos es porque pelean por comida o por la pareja, mientras que respecto a las hembras es porque defienden a sus crías. Sorprendentemente, este sesgo existe también en la comunidad científica», explica desde Lisboa María Florencia Scaia, del laboratorio de Neuroendocrinología y Comportamiento. Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
En una semana en la que se discutió a partir de un debate en redes sociales sobre la realización femenina, Scaia dice: «En nuestro laboratorio nos llamaba la atención que la mayoría de los trabajos científicos encaraban el estudio de la agresión en hembras y en machos desde una perspectiva totalmente distinta: en machos en general los estudios refieren a la agresión territorial o reproductiva, mientras que en hembras refieren al rol maternal. De hecho, por algún motivo la agresión en hembras está muy poco estudiada, y analizar el comportamiento de Chanchita nos incentivó para empezar a des estigmatizar un poco el modo en que se investiga la agresión femenina».
Puntualmente analizaron la especie conocida como Chanchita (Cichlasoma dimerus) ya que presenta un comportamiento social más complejo.
La investigación estuvo dirigida por el director del laboratorio y científico del Conicet Matías Pandolfi y Gustavo Somoza del Intech. «La diferencia mas notoria es que las hembras más grandes y pesadas siempre ganan. En los machos no importa tanto eso; cambia también el tipo de agresión. Entre hembras se dan más embestidas, en cambio entre machos se agarran mas de la boca y se muerden. Las hembras son más amenazantes entre ellas (con comportamientos de amenaza) pero hay menos contacto físico», explica Pandolfi.
Para estudiar el comportamiento intra-sexual en peleas de peces la investigadora aislaba animales del mismo sexo y luego realizaba los encuentros. «Filmamos la lucha sin presencia humana, para no influenciar el comportamiento de los peces, y luego analizamos minuciosamente el registro audiovisual. Para estudiar el comportamiento no sólo describimos los tipos de despliegues de agresión y sumisión para confeccionar un etograma, también cuantificamos cada uno de ellos por unidad de tiempo, para poder entender tendencias, dinámica temporal y potenciales diferencias entre hembras y machos. Otra opción para estudiar comportamiento de peces es observarlos en su ambiente natural y realizar registros durante tiempo más prolongado, lo cual resulta apasionante», indica Scaia.
El análisis del desarrollo social de los peces es fundamental para la producción ictícola.
«Conocer el comportamiento social es fundamental. La producción, en general, se realiza en condiciones de alta densidad, lo cual en muchos casos puede favorecer las interacciones agresivas. Por lo tanto, conocer este comportamiento de machos y hembras en las distintas especies permite monitorear si las condiciones de producción y cría son convenientes, controlar mejor las densidades poblacionales y evaluar si un enriquecimiento ambiental puede disminuir la agresión», indica Scaia.
El estudio influye directamente en la producción ictícola de piscicultura, explican los expertos, ya que la agresividad puede disminuir la calidad de la carne, aumentar la cantidad de enfermedades por lesiones y el estrés crónico permanente.
«En este aspecto, la mayoría de los alumnos que asisten a los cursos de comportamiento animal que dicta el Pandolfi son acuicultores de peces ornamentales y comestibles, lo cual refleja el diálogo entre el sector productor y el estudio de comportamiento social en peces», agrega la investigadora, quien va a publicar dos nuevos artículos referidos al tema que son parte de su beca post doctoral.
