El partido Centro Democrático, fundado por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, se convirtió en la primera fuerza política en el Congreso de Colombia tras las elecciones del domingo, al ser el movimiento con más senadores y el segundo con más representantes a la Cámara.
La primera elección en la Colombia del posconflicto, en la que se votó a los nuevos miembros del Senado y la Cámara de Representantes, se celebró en paz, aunque se vio opacada por denuncias de irregularidades en las consultas para elegir candidatos presidenciales de las alianzas de izquierda y derecha.
Los resultados oficiales de estas dos votaciones complementarias confirmaron que el uribista Iván Duque y el ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro serán los candidatos presidenciales el próximo 27 de mayo de la derecha y de la izquierda, respectivamente, lo que según todos los sondeos equivale a decir que uno de ellos será el sucesor de Juan Manuel Santos.
Poco antes de la medianoche, al consolidarse los datos oficiales, la figura del ex presidente Uribe volvió a aparecer en el horizonte político del país.
Con el 94,08 % de los votos al Senado escrutados, el Centro Democrático obtenía el 16,56 % de los sufragios, lo que le garantiza 19 escaños.
Por detrás se sitúan el también derechista Cambio Radical, con el 13,84 % de los votos y 16 senadores; seguido por Partido Conservador, 12,45 % y 15; el Partido Liberal, 12,41 % y 14; el Partido de la U, 11,95 % y 14; y Alianza Verde, 8,72 % y 10, consignó EFE.
Por debajo están los izquierdistas Polo Democrático Alternativo (PDA), 4,86 % de los votos y cinco senadores; Coalición Lista de la Decencia, 3,49 % de los votos y cuatro escaños, así como el partido evangélico MIRA, con el 3,31 % de los votos y tres asientos en la cámara alta.
Más de 36 millones de colombianos fueron llamados a sufragar en 11.229 puestos de votación de todo el país en una jornada electoral que, tal como se esperaba, fue la más pacífica de las últimas décadas producto de la firma del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el cese el fuego unilateral ordenado para esta ocasión por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Estos comicios tuvieron además la inédita participación del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), en que se convirtió la antigua guerrilla de igual sigla, que por primera vez medirá el tamaño de su apoyo en las urnas.
Por el acuerdo de paz, la FARC tiene asegurados cinco senadores y cinco representantes (diputados), pero si obtiene una votación significativa, algo poco probable según las encuestas, podrían aumentar esa representación.
Iván Márquez, candidato a senador y ex jefe de la delegación negociadora de paz por la entonces guerrilla, celebró la participación de la agrupación en los comicios. “Ya voté por la esperanza, ya voté por el futuro, ya voté por la Rosa Roja de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. #YoSoyDelComún #VotoPorLaRosa”, tuiteó.
Más allá de estas demostraciones de optimismo, el partido colombiano FARC, nacido tras la desmovilización de esa guerrilla, sufrió un duro descalabro en las elecciones.
En su primera cita con las urnas, penas conseguía 49.170 (0,34%) para el Senado con el 92,60 % escrutado.
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) quedaba así como el decimocuarto partido más votado a la Cámara Alta, muy lejos del primero, sus grandes detractores del Centro Democrático que consiguieron 2.352.875 sufragios.
De estas elecciones saldrán los 102 nuevos senadores y 166 representantes a la Cámara para el período legislativo que comenzará el 20 de julio.
Según la policía colombiana, el único incidente de orden público ocurrió en una localidad del departamento suroeste de Nariño, donde al comienzo de la jornada protestas ciudadanas por la falta de servicios públicos impidieron la instalación de nueve puestos de votación en zonas rurales.
Las denuncias, sin embargo, giraron en torno a la falta de transparencia en las consultas entre partidos para elegir candidatos presidenciales. .
A horas de comenzar la jornada, numerosos votantes del partido uribista Centro Democrático y seguidores del izquierdista Petro coincidieron en que en los colegios electorales no hubo suficientes boletas para votar en las consultas interpartidarias.
La falta de boletas ocurrió principalmente en los colegios electorales de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales, Cúcuta, Montería, Ibagué, Popayán, Bucaramanga, Cartago y otras ciudades del país, lo que llevó al gobierno a autorizar que se vote con fotocopias para las consultas presidenciales.
Uribe y otros miembros de su partido, el Centro Democrático, denunciaron que en varios colegios electorales sus seguidores no pudieron emitir su voto en la consulta porque los jurados les dijeron que se habían acabado las papeletas.
En la consulta de la coalición de la derecha participaron Duque, del Centro Democrático, quien logró un amplio triunfo sobre los conservadores Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.
En la lista de izquierda Petro tuvo un triunfo previsible pero contundente a expensas de Carlos Caicedo, ex alcalde de Santa Marta.
El titular de la Registraduría Nacional del Estado Civil, -autoridad electoral- Juan Carlos Galindo, dijo que para las elecciones se imprimieron 30 millones de tarjetas de las consultas presidenciales, 15 millones para cada una.
“Claramente hubo un problema de distribución de las tarjetas electorales”, respondió por su parte el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien culpó de las fallas a la Registraduría.
De todos modos, las denuncias de fraude proliferaron entre los candidatos y los votantes, que en las redes sociales lograron ubicar el hashtag “#fraude” entre las tendencias de Twitter en Colombia.
Petro, quien encabezó la crítica de lo sucedido, acusó directamente al presidente Juan Manuel Santos y al candidato Germán Vargas Lleras, que fue su vicepresidente.
“Definitivo. Santos le metió las manos a las elecciones”, subrayó en un mensaje en Twitter, y en otro señaló: “Esas maniobras de Vargas Lleras y su amigo Santos no son más que un insulto a la democracia. Colombia está en modo fraude”.
En tanto, Caicedo también reclamó por las dificultades de sus seguidores para votar en la consulta de la izquierda: “Hago un fuerte llamado a las autoridades para que eviten este claro acto de corrupción e irrespeto a la democracia”.
La indignación también trepó en los candidatos de derecha, hasta el punto de que Duque calificara lo sucedido de “absolutamente grave”.
Duque se trasladó a la sede del Ministerio de Interior para exigir garantías tras considerar que el Gobierno debe explicar al país “en qué condiciones se puede votar con una fotocopia”, ya que en su opinión, no está clara la transparencia del proceso con esa fórmula.
A su turno, Ramírez pidió las renuncias de Santos y del registrador nacional porque, en su opinión “no están honrando la democracia”.
La Registraduría prevé tener los resultados definitivos a las 18 horas (22 horas de Argentina).