Comenzó «la última batalla» de Sirte: Libia lanzó el asalto a los barrios en poder del Estado Islámico

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Las fuerzas del gobierno libio de unidad nacional (GNA) lanzaron este domingo «la última fase» de la ofensiva contra las posiciones todavía en poder del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en el bastión yihadista de Sirte, según un portavoz de este cuerpo armado.

«Nuestras fuerzas entraron en los dos últimos barrios de Dáesh [acrónimo árabe del Estado Islámico] en Sirte», anunció a AFP Reda Issa, vocero del centro de prensa de las fuerzas pro gubernamentales. «La última batalla de Sirte ha comenzado», dijo Issa, quien agregó que «unos 1.000 soldados participan en la última fase de la operación».

«Uno de nuestros tanques consiguió destruir un coche bomba que apuntaba contra nuestras fuerzas pero fue neutralizado antes de que cumpliera con su objetivo», explicó el vocero.

Un fotógrafo de AFP en Sirte constató el avance de varios tanques y vehículos armados en dirección del barrio del norte, controlado por el ISIS, al tiempo que se disparaban obuses en la entrada de este sector.

Según el centro de prensa de las fuerzas del GNA, el avance se produce»tras una noche de bombardeos de la fuerza aérea» de Estados Unidos, que respalda a las fuerzas progubernamentales en Sirte desde el 1 de agosto, a petición del GNA.

Sirte está situada a medio camino entre Trípoli y Bengasi y a 180 km de Misrata, al oeste, desde donde partió la mayor parte de las fuerzas del GNA, compuestas por varias milicias. Además, se encuentra a 300 km de las costas europeas.

Las fuerzas del GNA lanzaron el 12 de mayo una ofensiva  y lograron el 9 de junio entrar y asediar al ISIS en la ciudad libia cuya ubicación a proximidad de la zona petrolera despertó el interés de los yihadistas.

La mayoría de los habitantes de Sirte pertenece a una de las cuatro grandes tribus de la región: los Gadafa –el clan de la familia del dictador Muammar Khadafi, derrocado y muerto en 2011–, los Warfala –muy numerosos en el oeste de Libia e influyentes en Bani Walid–, los Forjan y sobre todo los Magariha, los más pro-Gadafi.

La ciudad contaba con 120.000 habitantes antes de caer en poder del ISIS. El 75% de ellos logró huir y se cree que quedan unos 30.000 civiles.

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