Con un tapeo de quesos, vino espumante y la música en vivo de “La Impertinente Señorita Orquesta”, se presentó en el Village Recoleta el Segundo Tour de Cine Francés, una muestra de cine itinerante que este año tendrá proyecciones en Buenos Aires, Avellaneda, Pilar, Rosario, Mendoza y Neuquén. Siete sedes (habrá dos en Buenos Aires) para siete películas que se mueven en un abanico de géneros que van de la comedia negra al drama, de la comedia romántica al thriller.
Entre el 3 y el 23 de octubre —dependiendo la programación de cada ciudad— se podrán ver las películas que representan el nuevo cine francés: “Un amor a segunda vista” (Mon inconnue) de Hugo Gélin, “Amanda” de Mikhaël Hers, “Blanca como la nieve” (Blanche comme neige) de Anne Fontaine, “Cyrano mon amour” (Edmond) de Alexis Michaix, “En buenas manos” (Pupille) de Jeanne Herry, “Mi niña” (Mon bébé) de Liza Azuelos.
Toda la programación se puede ver en el sitio http://argentina.tourdecinefrances.com.
En la presentación se proyectó la avant premier de la séptima película de la lista, “El misterio del Sr. Pick” (Le mystère Henri Pick), que, aunque está catalogada como thriller, en realidad es una comedia muy divertida donde el misterio no pasa por encontrar al autor de un crimen sino al autor de una novela. Escrita y dirigida por Rémi Bezançon, y protagonizada por Fabrice Luchini, Camile Cottin y Alice Isaaz, la película se basa en el libro homónimo de David Foenkinos —aunque en español se publicó con el título La biblioteca de los libros rechazados (Alfaguara).
La trama de la película gira alrededor del hallazgo de una novela majestuosa que una joven editora descubre de casualidad en la librería de un pueblito bretón. En aquel negocio, además de los libros del momento, el librero conservaba como un gesto romántico todos aquellos originales que no habían llegado a publicarse: así en ese salón de “libros rechazos”, entre todos esos volúmenes de anillados y hojas amarillas, la chica encuentra Las últimas horas de una historia de amor, de un tal señor Henri Pick.
Lo increíble, sin embargo, no pasa por lo fortuito del descubrimiento, sino que Pick resulta ser el pizzero del pueblo, un hombre que llevaba muerto tres años y del que no hay registro de que siquiera haya leído un libro. Mientras la novela se vuelve un éxito increíble con traducciones a 30 idiomas, el crítico más importante de Francia pone en duda la autoría y, después de un escándalo en televisión, pierde su trabajo, su matrimonio y su prestigio. Para reivindicarse, entonces, se convierte en una suerte de Sherlock Holmes y consagra su vida a resolver el misterio que rodea al señor Pick. Sin darse cuenta de que, como en “La carta robada” de Poe, la verdad siempre estuvo a la vista.
Si todas las películas del festival —o del tour— son como esta, probablemente estemos ante un cine menos de autor y más de trama, abierto a un público no especializado. Un primer paso —o segundo, en realidad— para que una audiencia más acostumbrada a Hollywood se interese por un cine diferente.