Este fin de semana será clave en la búsqueda del avión de Emiliano Sala porque comenzará el rastrillaje submarino. El operativo será por partida doble: habrá un buque del Reino Unido y otro privado, contratado por la familia del futbolista argentino desaparecido cuando volaba el Canal de la Mancha el 22 de enero.
Las autoridades tienen una zona de búsqueda submarina y eso es en parte gracias a la aparición de dos almohadones que podrían pertenecer al Piper PA-46 Malibú que se perdió de los radares cuando viajaba desde Nantes a Cardiff con Sala y un piloto a bordo. Los mismos fueron encontrados por una señora en una playa de la localidad de Surtainville, en el noroeste de Francia, frente a las islas anglonormandas de Guernesey y Jersey.
Un primer análisis de esos restos indicó que pueden pertenecer al avión en el que llevaba a Sala de regreso a Cardiff, club por el que acababa de fichar, tras despedirse de sus antiguos compañeros del Nantes. La Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa remitió la información a sus homólogos británicos de la AAIB, que son quienes se ocupan de la investigación y de la búsqueda del avión.
Esta vez se estudiará el fondo del mar mediante un buque de inspección submarina de la Armada británica que comenzará a trabajar el domingo a primera hora si el clima lo permite. La AAIB coordinará sus labores con las ordenadas de forma privada por la familia de Sala, que obtuvo aportes de futbolistas de todo el mundo para ello a través de una recaudación en GoFundMe.
La empresa privada Bluewaters recoveries, encargada de buscar el avión, explicó que el barco «está equipado con equipos de búsqueda de última tecnología, que se utilizarán para realizar una búsqueda submarina de los restos en el área del último contacto de radar».
Cómo fue el accidente
Sala tomó un avión privado para ir desde Nantes (Francia) hacia Cardiff (Gales) para sumarse a su nuevo equipo, el Cardiff City de la Premier League, que había pagado por él 17 millones de euros. Sin embargo se perdió contacto con el piloto cuando cruzaban el Canal de la Mancha.
La aeronave desapareció de los radares y nada más se supo. Tras cuatro días de intensa búsqueda, los encargados del rastrillaje decidieron suspender las tareas ya que entendieron que no había posibilidades de que tanto Sala como el piloto, Dave Ibbotson, estuviesen vivos.
Luego de esta polémica decisión, familiares, amigos, hinchas y futbolistas se volcaron a las redes sociales con el hashtag #NoDejenDeBuscarlos para pedir que se reanudaran los rastrillajes.
Esto finalmente comenzó de manera privada y luego de que la familia recibiera apoyo económico de jugadores e hinchas.
