Con un 36% de inflación en la primera mitad del año, un incipiente proceso de deshielo en la convivencia política de las altas esferas del Frente del Todos, pero con Cristina Kirchner dando muestras de poder en su relación con el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, busca mostrar gestión y esquivar las peleas nacionales para llegar al 2023 lo menos esmerilado posible dentro de una alianza de gobierno que transita días, semanas y meses álgidos. Hoy, el 2023 en la provincia de Buenos Aires ubica a Kicillof yendo por una reelección, con algunos intendentes peronistas encolumnados en esa idea que respalda, además, la Vicepresidenta.
Un estudio de la consultora Opina Argentina midió a los principales dirigentes y espacios políticos del país en la provincia de Buenos Aires y esta semana dio a conocer el resultado. Como dio cuenta Infobae, el gobernador se ubica en el primer escalón con el 35% a su favor. Detrás, Diego Santilli (PRO) con el 23%, y Martín Tetaz (UCR-Evolución) con el 11%, al igual que el liberal José Luis Espert. Más atrás, Néstor Pitrola (PO) 3%. Pero a nivel nacional el orden cambia. Y allí, en una eventual elección presidencial, el espacio de Juntos obtendría el 35% sobre el 34% del FdT. La primera lectura es que la figura de dirigentes se impone por sobre espacio político. A la hora de pensar en candidaturas, y al tratarse de una elección ejecutiva, algunas voces dentro del kirchnerismo entienden que esta vez debería imponerse el personalismo: el o la que mejor mida.
Dentro del oficialismo son casi nulos los sectores que -vox populi- se oponen a que Kicillof vaya por la reelección el año que viene. Es también el plan de Cristina Kirchner. En la gobernación aseguran todavía no manejar encuestas y en algunos casos usan las recorridas del mandatario para sacar algunas conclusiones o tener algunas especie de termómetro.
Uno de los puntos de conflicto que asoma para el plan reelección se da en el interior bonaerense, donde el radicalismo -o en algunos casos una oferta hoy opositora- es fuerte territorialmente. Es un problema que se puede traducir en la gestión, pues el peso del radicalismo en el interior provincial balancea la composición en la Cámara de Diputado y Senadores bonaerenses. El año que viene, en la Cámara alta -donde Juntos mantiene paridad numérica con el peronismo- se renuevan lugares por la Segunda, Tercera, Sexta y Octava sección electoral. Mientras que en Diputados las bancas que se renuevan pertenecen a la Primera, Cuarta, Quinta y Séptima sección electoral.
El radicalismo gobierna en 32 de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires: todos del interior bonaerense. Con el regreso de la vieja normalidad, el gobernador apretó el acelerador por el interior y todas las semanas trata de marcar presencia fronteras fuera del AMBA. Uno de los puntos fuertes que busca mostrar la gestión es la inauguración de edificios educativos. Desde el inicio de la gestión hasta este fin de semana lleva inaugurados 90 instituciones, que van desde jardines de infantes a institutos de formación terciaria. La última inauguración fue este miércoles en la localidad de Lisandro Olmos, en la ciudad de La Plata; distrito gobernado por el PRO. Del acto también participó el intendente Julio Garro. El mes que viene esperan llegar al número 100.
Después de las elecciones legislativas, la reconfiguración dentro del Frente de Todos a nivel bonaerense producto de la derrota electoral, aquietó algunos malestares en la convivencia interna. Los intendentes ganaron espacios al igual que La Cámpora y el Frente Renovador de Sergio Massa, uno de los dirigentes que también respaldaba hasta hace un tiempo la reelección de Kicillof. Ayer, el gobernador recibió a la presidenta de AySA y pieza fundacional del Frente Renovador, Malena Galmarini. AySA lleva adelante 1.400 obras de saneamiento y conexiones de agua potable en el conurbano bonaerense.
“G y G”, es la tesis que manejan en La Plata cerca del gobernador. Significa Gestión y Gente. El resto, deslizan ante la consulta de este medio, “llega solo”. Sin embargo, las distintas piezas parecen ir acomodándose hacia el plan Kicillof 2023. Este medio había dado cuenta de algunas pintadas que aparecieron en la capital bonaerense.
Este viernes, la consultora Circuitos dio a conocer otro sondeo de opinión sobre la situación nacional, pero anclado en la provincia de Buenos Aires, realizado entre el 11 y 13 de julio, sobre 1247 casos. Se evidencia que el 46,3% de los encuestados consideraron que la situación del país es “muy mala” y que el principal problema en la actualidad es el aumento de precios (34,7%). “Hace tres meses que mantenemos el mismo cuestionario y no hay mayores modificaciones, cae la valuación del gobierno en términos generales”, le explicó a Infobae, Pablo Romá, director de Circuitos Consultora.
Pese a la negativa sobre rumbo del gobierno, en el mismo sondeo, Cristina Kirchner es la que más porcentaje acumula a la pregunta: “¿De cara a las elecciones de 2023 con cuál de los siguientes dirigentes políticos se siente más cercano?”. La titular del Senado encabeza con el 19.3% la lista que completan Mauricio Macri (17.2), Horacio Rodríguez Larreta (13.2), Sergio Massa (8.6), Javier Mieli (7.8), Alberto Fernández (6.1), Guillermo Moreno (3,6), Myriam Bregman (3.1). La opción ninguno fue la más elegida con el (21.1). “En lo que hace a nombres, al centro le cuesta dialogar. Tanto Cristina como Macri en ambos extremos siguen reteniendo caudal”, agrega Romá, quien también abona la idea de que Kicillof se encamina a una reelección. Entre los argumentos que expone advierte que “Kicillof no tiene un oponente claro de la oposición de Juntos”.
Facundo Cottet/Infobae