Las ventas minoristas tuvieron en abril su baja más fuerte en lo que va del año. Según el relevamiento mensual que realiza la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron un 13,4% en abril en comparación con el mismo mes del año año anterior. De esta forma, se cumplen 16 meses consecutivos en baja para el sector.
En los primeros cuatro meses del año, las ventas minoristas ya acumulan un descenso de 12,1%. Durante abril, en los locales físicos la caída de ventas fue del 15% mientras que en la modalidad online crecieron 0,3%. «Los ajustes desmedidos en los alquileres y los costos financieros fueron dos factores de preocupación del comercio, además de las bajas ventas. Hay buenas expectativas por cómo impacten las recientes medidas económicas en el consumo», explicaron desde CAME a través de un comunicado.
En abril, las ventas online no tuvieron el empuje de otros meses y subieron solo 0,3%, con cuatro rubros en alza (ropa y artículos deportivos; farmarcas, perfumería y cosmética; muebles y decoración; neumáticos y repuestos de autos), dos sin cambios y seis en descenso. «Las tarjetas recargadas y la necesidad de bajar los niveles de endeudamiento de las familias repercutieron en la venta online particularmente, que es muy dependiente de ese medio de pago», detallaron.
De acuerdo con el informe de la entidad que agrupa a los comercios minoristas, las ofertas agresivas que lanzaron los comercios durante abril tuvieron poco atractivo. «Hubo muchos comercios liquidando mercadería al costo, con descuentos de hasta 60% que absorbieron completamente los empresarios frente a las urgencias de liquidez. Pero los compradores no aparecieron», destacó la CAME.
El 76,3% de los comercios consultados tuvo declives anuales en sus ventas y solo el 14,2% se mantuvo en alza. Las caídas anuales más profundas se registraron en calzado y marroquinería (-22,2%), joyerías, relojerías y bijouterie (-16,7%), bazares y regalos(-16,9%) y electrodomésticos, electrónicos, computación y celulares (-15,6%). La contracara de la disminución en este último rubro fue el incremento en la demanda de reparaciones.
Cuando se compara abril contra marzo pasado sin desestacionalizar, las ventas cayeron un 3,1%, siempre en unidades. Y las expectativas para los próximos meses tuvieron una leve desmejora: el 24,2% de los comercios consultados espera que se recupere el consumo en los próximos tres meses, pero 45% no espera cambios y 30% cree que seguirá bajando. El resto no sabe.
«Las perspectivas para el resto del año son inestables, hay mucha incertidumbre en los consumidores. Hacen falta medidas directas como crédito accesible para los consumidores, beneficios fiscales a las pymes, y baja en los aportes patronales», reconoció Víctor Palpacelli, presidente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).
Si bien evaluó que las medidas recientes adoptadas por el gobierno parecen ser positivas, todavía mantiene cautela sobre el impacto real.
En el sector de alimentos y bebidas, las ventas en cantidades disminuyeron 8,6% anual y acumulan un declive de 6,2% en el primer cuatrimestre del año. La tendencia fue negativa en todo el país, pero especialmente en provincias como Tucumán, Jujuy, y Santiago del Estero. «Lo que más se resintió fue el consumo de carne vacuna, lácteos y fiambre, especialmente por las subas de precios agudas con que llegaron esos productos al comercio», detalló el informe.
El relevamiento para evaluar la evolución interanual de las ventas minoristas en marzo 2019 se realizó entre 1.200 comercios pymes de la ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y el interior del país. Se trata de los negocios chicos y medianos, localizados en calles y avenidas comerciales.