“Nuestro plan aumenta los recursos necesarios en materia de salud mental, mejora la seguridad escolar y el apoyo a los estudiantes, y ayuda a garantizar que los criminales peligrosos y los que son considerados como enfermos mentales no puedan comprar armas”, indicaron.
Los senadores también pidieron una mayor inversión en servicios de salud mental y en seguridad en las escuelas, así como la inclusión de las condenas por violencia doméstica y las órdenes de alejamiento en la base de datos nacional de verificación de antecedentes.
Reacción
Biden saludó el anuncio e instó a los legisladores a aprobarlo rápidamente, aunque dejó claro que las medidas no van tan lejos como quería. “Obviamente no es todo lo que creo que se necesita, pero refleja pasos importantes en la dirección correcta, y sería la legislación sobre seguridad de armas más importante que se apruebe en el Congreso en décadas”, dijo el presidente en un comunicado.
“Con el apoyo bipartidista, no hay excusas para el retraso”, añadió.
El presidente había pedido reformas mucho más sustanciales, como la prohibición de venta pública de los rifles de asalto o al menos un aumento de la edad autorizada para comprarlos, así como reforzar las comprobaciones de antecedentes del cliente.
La Cámara de Representantes (baja), controlada por los demócratas, aprobó un amplio paquete de propuestas que incluía el aumento de la edad de compra de la mayoría de los rifles semiautomáticos de 18 a 21 años.
Pero el partido no cuenta con los 60 votos necesarios para avanzar en el Senado, lo que deja el acuerdo bipartidista como la única esperanza de medidas federales para hacer frente a la extendida violencia con armas de fuego.
Los frecuentes tiroteos masivos han provocado una indignación generalizada en Estados Unidos, donde la mayoría de la gente apoya leyes de armas más estrictas, pero la oposición de muchos legisladores y votantes republicanos, es desde hace mucho tiempo un obstáculo para llevar a cabo cambios importantes.
A pesar de que se ha visto debilitada por estos tiroteos y por una demanda del fiscal general del Estado de Nueva York, la Asociación Nacional del Rifle, el principal lobby que defiende el derecho a comprar y portar armas, sigue ejerciendo una influencia considerable en Washington.
“Los medios de comunicación, los políticos de izquierda y los activistas que odian las armas están intimidando a los miembros de la NRA y a los propietarios de armas porque quieren que nos rindamos. No vamos a doblar las rodillas”, expresó el sábado la asociación en la red Twitter.
Ese mismo día, miles de personas salieron a la calles de varias ciudades de Estados Unidos para pedir medidas más duras para contra la violencia armada.
“La voluntad del pueblo estadounidense está siendo subvertida por una minoría”, dijo la manifestante Cynthia Martins, de 63 años, desde Washington.
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