Todavía queda por delante el partido más importante de la Copa América, pero los organizadores ya tienen una certeza de lo que dejará el torneo en la parte financiera: cerrarán el balance económico con pérdidas de unos 15 millones de dólares.
El atípico certamen, que cambió de sede a 13 días de su comienzo ante la baja de los dos países que iban a organizarla, se definirá el próximo sábado 10 de julio en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro y tendrá al dueño de casa como uno de los protagonistas. Deportivamente, el torneo de selecciones más importante a nivel continental tiene un escenario soñado, pero lo financiero será un problema. “Mas o menos, todavía no están cerrados los números, estimamos que las pérdidas de esta Copa América serán arriba de 15 millones de dólares. Conmebol está sacrificando muchísimas cosas para llegar a esta Copa América”, reconoció la directora legal de la Conmebol, Monserrat Jiménez, en diálogo con el podcast Ellas la Rompen.
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Argentina y Colombia habían sido designados como países anfitriones en conjunto, pero la Copa América debió posponerse un año por la pandemia. Colombia fue dado de baja como organizador y días más tarde Argentina se acopló a esa determinación alegando complicaciones por la situación sanitaria que atravesaba. Frente a ese panorama, Brasil apareció como sede de emergencia. “No podíamos organizar la Copa América con tantos casos”, explicó por entonces el jefe de Gabinete Santiago Cafiero.
“Jamás pensamos que la Copa América no iba a hacerse. Alejandro (Domínguez, presidente de la Conmebol) siempre fue muy claro y nos dijo: ‘La Copa América se hace’. Ante cada escenario nuevo, preparábamos cinco alternativas diferentes para resolver una situación muy compleja. El fútbol sudamericano no es como el europeo, pero nunca pensamos que la Copa América no iba a hacerse”, señaló Jiménez sobre las complicaciones que debieron afrontar para llevar adelante la 47ª edición.
El próximo sábado 10 de julio se conocerá a un nuevo campeón de la Copa América (Foto: AFP)
Sin público en los estadios y con burbujas sanitarias estrictas para evitar contagios entre los futbolistas, la Copa América finalmente pudo desarrollarse en cinco estadios distintos de cuatro ciudades: Río de Janeiro, Brasilia, Cuiabá y Goiania. “Hubiera sido muy sencillo para nosotros emitir un comunicado y decir ‘Argentina y Colombia cancelan la Copa América, nos vamos todos de vacaciones y nos vemos nuevamente en julio con la Copa Libertadores´. No lo hicimos. Cuando veo que dicen que seguimos adelante por el dinero, hacer la Copa América en estas condiciones nos llevó a grandes pérdidas económicas”, consideró la funcionaria de la Conmebol. Al mismo tiempo, planteó las dudas sobre las verdaderas causas detrás de las bajas de los países que iban a albergar el certamen en 2020: “Argentina y Colombia no suspendieron la Copa América por el COVID, sino por cuestiones políticas y sociales. Nosotros no nos manejamos en Conmebol por política, entonces seguimos adelante”.
Desde al ente que regula el fútbol sudamericano también comentaron que mantienen un diálogo permanente con la UEFA, que está llevando adelante en esta misma época la Eurocopa después de posponerla del 2020 por el coronavirus. “Tenemos mucha afinidad y sintonía con la UEFA. Intercambiamos conocimiento y experiencias. UEFA también tuvo que cambiar la sede de la Champions de Estambul a Portugal. Y en la reunión en la que tomaron la decisión, lo primero que dijeron fue: ‘Si Conmebol pudo hacerlo, nosotros también podemos’”, explicó Jiménez, que destacó la buena sintonía entre el presidente de Conmebol y el de la UEFA, el esloveno Aleksandr Ceferin.
Cabe destacar que la Copa América tendrá su partido por el tercer puesto el próximo viernes 9 de julio y el sábado 10 se desarrollará la final. El cronograma encaja con lo organizado por la UEFA, que celebrará la definición de la Eurocopa el domingo 11.