Tres años hace desde que los ciudadanos británicos votaron sí en las urnas, a favor del divorcio entre Londres y Bruselas: pero el proceso de separación sigue rodeado de incertidumbre y no se ha llegado a ningún acuerdo entre ambas partes.
Boris Johnson, uno de los candidatos para suceder a Theresa May, la Primera Ministra del Reino Unido que dimitió de su cargo recientemente, insiste en que Reino Unido saldrá de la UE el 31 de octubre, la fecha de salida fijada después de la última prórroga, con o sin acuerdo. El contrincante de Johnson, Jeremy Hunt, también tiene unas políticas bastante marcadas: ambos quieren cambiar la política de inmigración del país.
Las empresas británicas no están saliendo muy bien paradas de esta futura independencia. El Reino Unido siempre ha sido el país favorito por profesionales muy cualificados, pero esto está cambiando. El mercado laboral británico cada vez es más restringido: y esto ha hecho que cada vez haya menos personas extranjeras interesadas en buscar un trabajo en este país.
Las cifras oficiales muestran que la inmigración por trabajo ha descendido en torno a un 10% desde 2016, es decir, el año en el que se votó a favor del Brexit. El Reino Unido fue durante mucho tiempo el país más atractivo de la UE para los profesionales, y aunque todavía lo es, ya no hay tanto profesionales interesados en desplazarse a este país para trabajar. Los siguientes países de la UE que atraen talento son Alemania (13,6%) y Holanda (10,6%), principalmente; seguidos por España y Francia, con menos de un 10%.
Estas cifras hacen temblar a las empresas por posible falta de personal cualificado si Londres y Bruselas se separan, sobre todo si lo hacen sin acuerdo. Como consecuencia, las empresas están ofreciendo salarios más altos y más y mejores prestaciones a los trabajadores, como, por ejemplo, más días de vacaciones. De hecho, algunas empresas británicas están pagando hasta 100.000 libras más para conseguir trabajadores de la UE. Sin duda, una buena noticia para los profesionales más cualificados, sobre todo para los sectores en los que es difícil cubrir puestos de trabajo.
Si el 31 de octubre Reino Unido sale de la Unión Europea sin acuerdo, es más que probable que muchos trabajadores de la UE dejen de tener en cuenta al Reino Unido como destino laboral. Un panorama muy oscuro para el país británico. Esto junto a la caída de la libra que se espera según iFOREX, podría originar consecuencias muy malas para el país. Habrá que esperar a que el nuevo Primer Ministro llegue al Parlamento para ver cómo gestiona la salida de la UE y si finalmente se consigue un acuerdo entre Londres y Bruselas del que ambos se beneficien.