El misil fue disparado por Corea del Norte a las 05:30 horas del domingo (20:30 GMT del sábado) y cayó en el mar de Japón tras recorrer unos 700 kilómetros.
De acuerdo con el Comando Estadounidense del Pacífico, el proyectil no reunía las características «de un misil balístico intercontinental», en medio de versiones según las cuales Pyongyang podría estar desarrollando un nuevo tipo de misil.
«El lanzamiento no representó una amenaza para Norteamérica», añadió el comando. En un comunicado, el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó a Corea del Norte como una «amenaza flagrante» y exigió sanciones más duras contra el país estalinista, no sólo de su país.
«Con el misil impactando tan cerca de territorio ruso, de hecho, más cerca de Rusia que de Japón, el presidente no puede imaginar que Rusia esté complacida», señala el texto. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, expresaron «preocupación por la escalada de tensión, incluyendo el nuevo lanzamiento», indicó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en el marco de una cumbre en Pekín.
El lanzamiento se produce apenas días después de que asumiera como nuevo presidente de Corea del Sur Moon Jae-in, quien había abogado por mejorar las relaciones con el Norte. Moon convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional, condenó el lanzamiento norcoreano como una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y destacó que representa una «grave amenaza» a la seguridad de la región.
También instó al Ejército a concluir con rapidez el sistema antimisiles nacional KAMD. Moon subrayó hoy que actuará frente a la situación en coordinación con Estados Unidos, pero volvió a aludir a unas posibles conversaciones. «Aunque el diálogo es posible, debemos mostrar [a Corea del Norte] que es posible solamente en caso de que cambie de actitud».
Japón, por su parte, condenó la prueba norcoreana. Los reiterados tests del país vecino comunista representan una «seria amenaza a nuestro país» y una clara contravención de las resoluciones de la ONU, dijo el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
El comportamiento de Corea del Norte es «completamente inaceptable», añadió. La portavoz del Ministerio de Exteriores chino Hua Chunying también dijo que su país condena las violaciones de las resoluciones de la ONU, pero que «la actual situación en la península es tan compleja que todas las partes relevantes deberían ejercer la contención y evitar actividades que hagan escalar la tensión».
Las resoluciones de la ONU prohíben lanzar misiles balísticos a Corea del Norte, aislada internacionalmente por su programa atómico. Pese a ello, Pyongyang realizó dos pruebas con misiles en abril que fallaron, de acuerdo con los surcoreanos.
En los dos casos se habría tratado de misiles de alcance medio. Este primer lanzamiento desde el 29 de abril se produce un día después de que una alta diplomática norcoreana dijera que Pyongyang mantendría conversaciones con Estados Unidos bajo las «condiciones adecuadas».
Choe Son-hui, directora general de la oficina para Norteamérica del Ministerio del Exterior norcoreano, se encontraba de camino a Pyongyang cuando hizo estas declaraciones en el aeropuerto de Pekín, informó Yonhap.
Parecía una respuesta a la afirmación de Trump a principios de este mes de que estaría «honrado» de reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un «bajo las circunstancias adecuadas».
Las tensiones en la península coreana han aumentado en las últimas semanas debido al programa nuclear de Pyongyang y sus pruebas con misiles. También tras las declaraciones de Trump de que su país actuará de forma unilateral si es necesario.
En respuesta a los lanzamientos de misiles norcoreanos al mar de Japón, Estados Unidos desplegó el sistema de defensa antimisiles THAAD en Corea del Sur a principios de año, que se volvió operativo este mes. El sistema es muy criticado tanto por Pyongyang como por Rusia y China. A pesar de las sanciones internacionales, Corea del Norte trabaja en el desarrollo misiles balísticos que podrían transportar una cabeza nuclear a Estados Unidos
Fuente: Telam