Las asperezas entre Estados Unidos y Corea del Norte siguen en alza. Este domingo, los medios oficialistas del régimen de Pyongyang fustigaron las maniobras militares de Washington y Corea del Sur y los acusaron de llevar el riesgo a una guerra nuclear en la península hacia un «giro».
Los dos aliados efectuaron ayer una demostración de fuerza, un hecho inusual, mientras la tensión va en aumento en la península, después de que Corea del Norte realizara una primera prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) el 4 de julio.
Las maniobras militares que Washington y Seúl llevaron a cabo eran una «respuesta severa» a los posibles lanzamientos de misiles por parte del líder del régimen, Kim Jong-un .
El ejercicio consistió en la simulación de la destrucción por dos cazabombarderos estadounidenses de baterías de misiles enemigas, y en la realización por parte de aviones surcoreanos de una serie de bombardeos de gran precisión contra puestos de mando subterráneos enemigos.
«No jueguen con un barril de pólvora», advirtió el diario norcoreano Rodong, portavoz del partido único en el poder, en una editorial donde acusaba al gobierno de Donald Trump de aumentar la presión con sus maniobras militares conjuntas.
«Con su peligrosa provocación militar, Estados Unidos lleva el riesgo a un guerra nuclear en la península hacia un giro», escribió el diario, que describió la península como «el mayor polvorín del mundo».
Para Pyongyang, estos ejercicios militares constituyen «una peligrosa táctica militar de beligerantes que intentan provocar una guerra nuclear en la península. Una simple mala evaluación o un error pueden ser inmediatamente el detonante de una guerra nuclear, que conllevaría de forma inevitable a otra guerra mundial», advirtió el periódico.