Imagina subirte a un avión que viaja más rápido que el sonido, alcanzando velocidades de hasta 1.760 kilómetros por hora, y que, además, genera un nivel mínimo de ruido durante el despegue y el aterrizaje. Este es el caso del avión supersónico X-59 de la Nasa, el cual se espera que realice su primer vuelo oficial en 2025, tras completar una serie de pruebas piloto.
El proyecto podría marcar el inicio de una nueva era en la aviación, reduciendo los tiempos de viaje entre continentes sin causar las molestias del ruido extremo.
El avión supersónico X-59 de la Nasa es un prototipo diseñado para volar más rápido que el sonido y, al mismo tiempo, ser mucho más silencioso que otros aviones de este tipo. Su objetivo principal es solucionar uno de los problemas más grandes de los vuelos supersónicos: el boom sónico, un ruido fuerte que ocurre cuando un avión supera la velocidad del sonido, causando molestias en tierra.
A diferencia de otros aviones, el X-59 está construido con una forma alargada y una nariz extremadamente puntiaguda. Este diseño especial redistribuye las ondas de choque que se forman al volar a alta velocidad, logrando que el ruido que llega al suelo sea similar a un golpe suave en lugar de un estruendo. Esto podría permitir que, en el futuro, los aviones supersónicos puedan volar sobre áreas habitadas sin problemas.
Otra característica única del X-59 es que no tiene ventanas tradicionales en la cabina. En su lugar, los pilotos usan un sistema avanzado de cámaras y pantallas llamado eXternal Vision System (XVS), que les permite ver lo que hay delante mientras mantienen el diseño aerodinámico del avión.
Aunque el X-59 no es un avión comercial, sus avances tecnológicos podrían hacer posible que, en el futuro, los vuelos supersónicos sean más comunes, rápidos y cómodos para los pasajeros. Se espera que realice su primer vuelo en 2025, marcando un paso importante hacia la aviación supersónica silenciosa.
Cómo han sido las pruebas piloto de este avión
El X-59 de la NASA ha avanzado en su fase de pruebas, acercándose a su primer vuelo oficial. Estas pruebas son esenciales para validar las innovaciones que permitirán vuelos supersónicos más silenciosos.
Pruebas estructurales y de sistemas:
- Pruebas en túneles de viento: Se evaluó la aerodinámica del diseño alargado y la nariz puntiaguda del X-59, confirmando su capacidad para minimizar el boom sónico.
- Ensayos estructurales: Se sometió al avión a diversas pruebas para asegurar que su estructura soporte las tensiones de vuelos a altas velocidades. Estas pruebas proporcionaron datos valiosos sobre las fuerzas que el avión experimentará en vuelo y los efectos potenciales de las vibraciones.
- Pruebas de sistemas tecnológicos: El sistema de visión externa (eXternal Vision System, XVS), que reemplaza las ventanas frontales tradicionales con cámaras y pantallas, ha sido evaluado para garantizar que los pilotos tengan la visibilidad necesaria para maniobrar con seguridad.
Pruebas de motor:
En noviembre de 2024, el X-59 encendió su motor por primera vez. Estas pruebas permitieron verificar el funcionamiento conjunto de los sistemas de la aeronave propulsados con su propio motor, preparando el terreno para la siguiente fase hacia el vuelo.
Pruebas en tierra:
Se realizaron pruebas de acoplamiento estructural, donde las superficies de control del avión, incluyendo alerones, aletas y timón, fueron movidas por computadora para evaluar su respuesta. Estas pruebas son vitales para asegurar que todos los sistemas funcionen correctamente antes del despegue.
Fuente Infobae