Con excepción de Juan Schiaretti y de Gerardo Zamora, que sí se fotografiaron junto al resto para la firma grupal del acuerdo fiscal en la previa del debate parlamentario por la ley de emergencia económica, el resto de los gobernadores pasaron en estas semanas por los despachos del Presidente, del jefe de Gabinete y del ministro del Interior, que recibieron de boca de los mandatarios un diagnóstico provincial y una serie de pedidos en este casi mes de administración del nuevo gobierno.
Este jueves es el turno de Gustavo Bordet, Gustavo Melella, Ricardo Quintela y Gerardo Morales, que tienen en agenda una cita, por separado, con Eduardo “Wado” de Pedro, que se encarga, junto a Santiago Cafiero, de recepcionar los pedidos de los mandatarios.
El caso de Morales es destacable. Es la tercera vez que pisará Casa Rosada en casi un mes de administración de Fernández. Preocupado por la situación financiera de su provincia, como buena parte del resto de los gobernadores, el jujeño ya había participado del encuentro del 16 de diciembre pasado junto al Presidente, De Pedro y sus colegas Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez, los tres de la UCR.
Veinticuatro horas antes de la firma del nuevo acuerdo fiscal -prorrogable por un año-, que suspendió al alcanzado en noviembre del 2017 por Mauricio Macri y las provincias, por el que se iniciaba una rebaja gradual de impuestos “distorsivos”, como Ingresos Brutos y Sellos, que puso en alerta a las finanzas de las gobernaciones.
Morales, Suárez y Valdés salieron más que satisfechos de esa reunión. A Morales, además, le inquieta la situación procesal de Milagros Sala, que supo liderar en Jujuy una organización social con marcada ascendencia en la política local. Los tres gobernadores se comprometieron, en ese sentido, a presionar a los legisladores de Juntos por el Cambio para que apoyaran la ley de múltiples emergencias enviada al Parlamento, y aprobada antes de las fiestas de fin de año. Los tres hicieron público esa presión a través de las redes sociales.
Horacio Rodríguez Larreta, que ya tuvo dos encuentros con el ministro del Interior, presionó de la misma manera. Pero por canales subterráneos, a través de las principales espadas parlamentarias del PRO, sin publicidad. Este lunes volvió a visitar el despacho de “Wado” De Pedro: conversaron sobre asuntos vinculados a la relación entre Nación y Ciudad por más de una hora.
El martes, el Gobierno oficializó a través del Boletín Oficial un anticipo financiero “en forma transitoria (para) atender los compromisos más urgentes derivados de la ejecución de su presupuesto de gastos y amortización de deudas» de $5.650 millones a Chaco -$2.000 millones-, Río Negro -$1.000 millones-, Santa Cruz -$650 millones-, Chubut -$1.000 millones- y Tucumán -$1.000 millones-, cinco de las provincias que tuvieron a sus gobernadores de peregrinación por Casa Rosada desde la llegada de Fernández.
Juan Manzur, de Tucumán, mantuvo dos reuniones bilaterales con De Pedro, el 11 de diciembre y este 6 de enero. Alicia Kirchner, de Santa Cruz, el 17 de diciembre. Arabela Carreras, de Río Negro, el 18. Mariano Arcioni, cercano a Sergio Massa, el 17 de diciembre. Y Jorge Capitanich, de Chaco, el 13, tres días después de la asunción del nuevo gobierno. “Coqui” pasó además por la oficina del jefe de Gabinete, que también recibió a varios de los mandatarios provinciales.
Sergio Uñac, por caso, estuvo en el primer piso de Casa Rosada con Cafiero. Pero aún no tuvo su bilateral con el ministro del Interior.
Arcioni había pedido ayuda -el martes se vio con Martín Guzmán, en Economía- porque aún no había podido pagar el medio aguinaldo para los empleados estatales, cuyo desembolso estaba pautado para estos días tras la ayuda de Nación. Los decretos publicados en el Boletín Oficial detallaron que la devolución a la administración central por parte de las provincias debía efectivizarse en un mes -con posibilidad de ampliar el plazo- a través de los fondos que reciben por impuestos coparticipables.
El caso de Capitanich, beneficiado por el kirchnerismo en la interna provincial con su antecesor, Domingo Peppo -de buenos vínculos con el macrismo-, lo que derivó en el triunfo del chaqueño, tuvo ayer su propio capítulo: el jefe de Estado lo privilegio con su primera salida al interior con la excusa de la inauguración de un complejo de viviendas.
Quintela y Bordet estarán, en ambos casos, por segunda vez este jueves en Casa Rosada en las oficinas del ministerio del Interior.
Melella, en tanto, había sido el único de los mandatarios que no había podido estar en la firma de la adenda fiscal porque asumía ese mismo día en su provincia y que no había pisado hasta esta semana la Casa de Gobierno. El gobernador de Tierra del Fuego pasó este miércoles por la oficina de Cafiero. El jefe de Gabinete había recibido a Raúl Jalil y Gustavo Sáenz, de Catamarca y Salta, respectivamente, que firmaron un convenio productivo entre ambas administraciones.
Omar Perotti, de Santa Fe, también visitó esta semana Balcarce 50 en busca de oxígeno para las arcas provinciales. El santafesino se instaló un día y medio en Buenos Aires: el martes se reunió con el ministro del Interior, después almorzó en un restaurante cerca de Casa Rosada con un puñado de colaboradores y siguió la ronda de conversaciones con varios ministros. En su entorno se mostraron preocupados por la herencia financiera.
Lo mismo le pasó a Axel Kicillof, uno de los tres mandatarios que contó con la presencia del Presidente en su asunción, junto a Perotti y al entrerriano Bordet.
El gobernador bonaerense habló, a solas, este lunes con Fernández, que se inmiscuyó en persona en la negociación con la oposición provincial en torno al paquete impositivo que Kicillof buscaba aprobar en la Legislatura por estas horas para obtener, como sus colegas, un respiro en las finanzas.