Concluyó ayer en Río de Janeiro —había comenzado el martes— el Foro de Cooperación de Medios de Comunicación China-América Latina y el Caribe 2024. Se trata de una de las estrategias propagandísticas de Pekín, que ha hecho de la infiltración en los medios latinoamericanos uno de sus puntos fuertes para imponer su agenda política y económica. Fue el propio Xi Jinping quien lo declaró en 2014 en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC en inglés): “Debemos aumentar el soft power de China, dar una buena narrativa china y comunicar mejor el mensaje de China al mundo”. El foro de Río de Janeiro fue organizado por el Monitor Mercantil, periódico brasileño especializado en economía, y el Diario del Pueblo de China, órgano de prensa oficial del Partido Comunista Chino (PCCh). En 2007, el diario brasileño Folha de São Paulo informó de que la Comisión de Valores Mobiliarios del Banco Central había intervenido amenazando con multas al diario Monitor Mercantil “a causa del análisis de inversiones” realizado por uno de sus periodistas que no estaba inscrito en las listas oficiales de la institución. En cuanto al Diario del Pueblo, es el megáfono oficial de Xi Jinping. Además de la versión china, tiene un sitio en inglés y español para cubrir la mayor parte de la audiencia latinoamericana.
En general, este tipo de comunicación va siempre acompañada de la diplomacia china in situ, que amplifica los mensajes de interés para Pekín en sus redes sociales, como la cuestión de Taiwán y la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El momento elegido para el acto organizado en Río de Janeiro no es casual. En los mismos días del foro periodístico, la Embajada de China en Brasil publicó en su perfil X fotos de la reunión en curso en Pekín con Rui Costa, ministro de la Casa Civil, y el canciller chino Wang Yi “para discutir la profundización de la cooperación estratégica entre los dos países”, reza el texto. Además de Rui Costa, en el viaje a Pekín también participaron el futuro director del Banco Central brasileño, Gabriel Galípolo, actual director de política monetaria de la institución, y el asesor especial de política exterior de Lula, Celso Amorim. El motivo de la visita era la negociación de importantes acuerdos que se anunciarán durante la visita de Xi Jinping a Rio de Janeiro para asistir al G20 en noviembre. El propio Galípolo adelantó a la prensa brasileña que los acuerdos se refieren a “infraestructuras, tecnología y área financiera”. Dilma Rousseff, al frente del Nuevo Banco de Desarrollo, el banco de los BRICS, también participó en las negociaciones. Esta visita a China precede al posible anuncio de la adhesión de Brasil a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, probablemente después de las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre.
También se habló de Cuba durante el foro de Río de Janeiro. En su intervención, el director de Monitor Mercantil, Marcos de Oliveira, criticó el embargo estadounidense, del que dijo que “intenta repetir la misma estrategia en Venezuela”. No es de extrañar que entre los ponentes del foro de Río de Janeiro figurara Dilbert Reyes Rodríguez, director del periódico gubernamental cubano Granma. En su intervención, habló de una plataforma digital llamada “Voces del Sur Global”, lanzada el pasado mes de marzo y en la que participan unos cincuenta medios de comunicación del Sur Global, no sólo latinoamericanos. Rodríguez también afirmó que la integración de los medios de comunicación con China “es crucial para contrarrestar la desinformación y reforzar la credibilidad”.
En Brasil, según el informe de Freedom House, la presencia de los medios de comunicación chinos y, sobre todo, la influencia de Pekín en los medios locales no ha hecho más que crecer, especialmente desde la pandemia del Covid. La televisión estatal China Central Television (CCTV) tiene su sede en San Pablo desde 2010. La agencia de noticias Xinhua, People’s Daily y China Radio International (CRI) tienen versiones en portugués y CRI cuenta con una oficina local. El punto fuerte siguen siendo las alianzas locales que responden a la estrategia denominada por los expertos “préstame el barco para llegar al mar”. La empresa estatal china China Media Group (CMG), que incluye a CGTN y CRI, ha establecido asociaciones con varios grupos de comunicación en Brasil. Según el informe de Freedom House, China Media Group, después de firmar acuerdos en años pasados con grupos privados como Globo y Bandeirantes de Comunicación, firmó uno el año pasado con la estatal Empresa Brasil de Comunicación (EBC). En 2021 se puso en marcha el proyecto China-LAC Media Action, una iniciativa en la que participan treinta organizaciones de medios de comunicación de toda la región, incluido Brasil, en una colaboración con la televisión estatal CGTN en una serie de proyectos como foros en línea, coproducciones, proyecciones y programas de entrevistas. Si Brasil confirma su adhesión a la iniciativa Franja y la Ruta, la infiltración de los medios de comunicación chinos podría crecer exponencialmente y con ella la desinformación.
Fuente Infobae