La investigación para determinar cómo se produjo el asesinato de Carlos Soria sigue su curso, pero su esposa –principal sospechosa– se encuentra internada por sus problemas psicológicos, hecho que frena la resolución del caso.
Luis Di Giácomo, psiquiatra personal de Freydoz, alertó que el estado de su paciente es “serio y preocupante”, por lo que debería estar en una institución específica de salud mental, en vez de ocupar una habitación en un hospital común.
Para fundamentarlo, explicó: “Por el peligro de autoagresión, tiene que estar en una habitación donde no haya elementos con los cuales pueda infligirse alguna lesión, con control visual directo las 24 horas, ver si ingiere la medicación, además de las cuestiones judiciales de seguridad que dispone la vigilancia fuera de la habitación las 24 horas. Acá se mezclan consideraciones médicas y judiciales».
En declaraciones a LU19, que reproduce Diario Río Negro, Di Giácomo dijo que el estado “preocupante» es “consecuencia de su problemática psicopatológica más la sumatoria de lo que ha protagonizado».
Sobre la conciencia de Freydoz en el momento del crimen, el psiquiatra contó que la viuda tiene «recuerdos parciales, instantes en los cuales menciona determinadas cosas, alternados con otros de pérdida absoluta de noción temporal».
En el mismo sentido, señaló que Freydoz venía automedicándose con tranquilizantes «desde hace un tiempo» y que «ese día los había consumido en más de una oportunidad».
«Eso respalda los recuerdos, olvidos y falsas memorias que aparecen en las personas que sufren una situación de inconciencia por tóxicos», completó.
