La automotriz Volkswagen confirmó que suspenderá personal de su planta de Córdoba en medio de una fuerte caída de las ventas y el escándalo mundial desatado luego de que se diera a conocer la adulteración del software de medición de gases contaminantes en vehículos diésel.
Según la compañía, los operarios que trabajan en la fábrica de cajas de cambio, que se exportan a Brasil, dejarán de trabajar el próximo 16 y retornarán a sus puestos el 2 de noviembre.
Además, durante el mes once se sumarán otros siete días de suspensión, reconocieron las autoridades de la filial argentina al diario La Nación.
Asimismo, señalaron que la medida, que afectará a unos 350 empleados que se desempeñan en las líneas MQ200 A y B, ya fue comunicada por la empresa al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). Las medidas afectan a un 40% del total de 1700 empleados que trabajan en la planta de Córdoba.
Según explicaron desde la empresa, el camino de la suspensión se debe a «la caída de la industria automotriz brasileña» que «trae como consecuencia una baja en las exportaciones de cajas de transmisión a Brasil».
La automotriz Volkswagen comenzará en enero las reparaciones de 11 millones de automóviles diésel que alteró mediante un software especial para manipular las emisiones contaminantes.
El motor afectado es el diésel EA189, combinado con diversas cajas de cambios y con diversas variaciones que dependen del país donde se vendieron.
La producción automotriz y las ventas en Brasil registraron caídas de hasta el 40%, lo que obligó a los fabricantes de ese país a revisar a la baja los pronósticos de la industria para todo el año, lo cual aumentó
la preocupación de los industriales argentinos por el impacto que tiene el sector en el país.
Según datos difundidos por la Asociación de Fabricantes de Autos de Brasil (Anfavea), similar a ADEFA de la Argentina, la producción cayó en septiembre hasta el 42% en la medición interanual.