“Sé que hubo mucho revuelo en torno a la sanción dela ley. Leí que las prepagas podían quebrar. Este Gobierno no quiere que ninguna empresa se funda, sólo queremos regular determinadas cuestiones que deben ser controladas, como lo hacemos en otros sectores”, declaró Cristina Kirchner.
De ese modo informó a través de cadena nacional la entrada en vigencia de la nueva ley de prepagas, que se aprobó hace dos semanas en el Congreso Nacional y que despertó críticas en las empresas privadas.
Cristina Kirchner destacó que las prepagas tienen ingresos promedio de 569 pesos, mientras que las obras sociales alcanzan los 1.000. «A las prepagas van personas jóvenes y sanas por lo general, y a las obras sociales van las personas grandes y con enfermedades y sin embargo la mayoría de las quejas son sobre las prepagas», advirtió.
La Presidente destacó que en las prepagas, sector en el que se atiende a 4,5 millones de personas, salvo el Programa Médico Obligatorio, «no había regulación en las prepagas y sí había en las obras sociales».
La Presidente también aseguró que las obras sociales se beneficiaron con la gestión kirchnerista. “Ha Habido una incorporación importante de afiliados. Eran $3.129 millones los que recaudaban en 2003 y en 2010 llegan a más de $19 mil millones, con un crecimiento de más de 526 por ciento”.
«Esto tiene que ver la generación de nuevos puestos de tabajo y el incremento del salario, y las otras razones son decisiones del Ejecutivo como el aumento del tope de las obras sociales», añadió.
«Hay que controlar y regular a las prepagas, como también se realiza sobre los bancos. La regulación no impide la rentabilidad. Ese verso fue el de las políticas neoliberales de los `90, que hoy no se traga nadie. No repitamos más como loros lo que se dijo tantas veces y nadie pudo comprobar», dijo en el mismo sentido
Además, remarcó que en su administración se apunta «a institucionalziar y transparentar, para lo cual hay que saber y conocer y, ello, depende de la información».
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