Cristina Kirchner inauguró este miércoles obras en los seis edificios ubicados en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). Allí brindó un discurso en el que hizo referencias tácitas al gobierno entrante de Mauricio Macri, aunque sin mencionarlo directamente.
Una de las alusiones estuvo dirigida los aumentos de servicios públicos que ya proyecta la nueva administración a partir de la intención de rebajar los subsidios que reciben las prestadoras. «Muy pronto muchos argentinos se van a enterar que ellos también tenían subsidios que les pagaba el Estado», auguró. Y añadió que esos subsidios suelen ser «injustos», en la medida que benefician no sólo a los sectores vulnerables sino a quienes tienen mejor pasar económico.
«Ha habido un formidable plan comunicacional, que no es solamente en la Argentina, es regional, de convencer a los sectores que han ascendido que el resto si no lo ha hecho es porque no quieren, y que quienes los han hechos es por mérito propio y no por políticas públicas», aseguró.
La mención de esos conceptos ocurrió luego de que informara que las obras que se habían realizado en el lugar fueron efectuadas por cooperativas de trabajadores que fueron capacitados por programas estatales, a quienes -denunció- «algunos los llaman despectivamente planeros o choripaneros».
En un discurso frente a centenares de militantes, en los que se destacaban las banderas y remeras de La Cámpora, la mandataria defendió las políticas de su gestión y la de su marido y aseguró que » los Argentinos pueden decir que el día de hoy fue mejor que el de ayer, cosa que no pasó durante décadas».
En otro tramo de su alocución, en el que también pareció insinuar una crítica al macirsmo, remarcó que pertenece a una generación que no necesita de focus group. «Nosotros tenemos una lectura de la realidad y convicciones para transformar esa realidad. Fue la que nos permitió darle a la Argentina el lapso de Gobierno más extenso de gobernabilidad y estabilidad que se tenga memoria», añadió.
Sobre ese aspecto, apuntó que «la gobernabilidad no se mide por cómo nos sonreímos y nos miramos los representantes de los sectores políticos, sino que la auténtica gobernabilidad es la de las calles, la de la integración e inclusión social». Y acotó: «Si no miren lo que pasa en otros continentes, de los cuales siempre nos miraron como gobiernos populistas; miren lo que pasa en la civilizada Europa en donde se ven las colas de inmigrantes a los que no los dejan pasar».
«Tenemos que entender que la gobernabilidad, que la seguridad, esa palabra que solos e vincula con el uso de la fuerza policial, está dada solo cuando una sociedad está integrada e inclusión social», sentenció.
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