Cristina Kirchner posó para una foto que sacude al peronismo antes de la Navidad

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La foto no le venía nada mal a Cristina Fernández de Kirchner: posa sonriente, como si nada, junto a un también sonriente senador, en medio del impacto por la decisión de la Cámara Federal que confirmó su procesamiento con prisión preventiva en la causa de los cuadernos de las coimas. Pero resulta que el legislador es José Alperovich, jugado en una interna que asoma muy dura contra su sucesor en la gobernación tucumana, Juan Manzur.

El mensaje de la ex presidente superaría entonces el sólo hecho de mostrarse distendida frente a su complejo frente judicial.

Nadie en el peronismo lee esa postal como una pieza de la respuesta de la ex presidente ante el andar de las causas que la involucran, es decir, como un complemento de los tuits con que buscó, una vez más, descalificar una medida procesal aludiendo a una guerra político-judicial-mediática. Al contrario, la imagen distribuida por la oficina del propio Alperovich pegó en el terreno de la interna, incluso en el kirchnerismo.

Tucumán ocupa uno de los muchos renglones en la lista de adelantos electorales. No está resuelta la fecha, pero sí está firme que el comicio estará desenganchado de la votación presidencial: sería después de junio y antes de la primaria nacional de agosto, según deja trascenderé la gobernación. Será así uno de los principales capítulos antes de la gran prueba electoral de 2019. No es un dato desdeñable para el PJ –como se encargaban de destacar anoche desde la provincia- ni para el kirchnerismo. Tampoco, como se verá, para Cambiemos.

Hasta hace poco, en rigor, fuentes del oficialismo tucumano evaluaban que la ofensiva de Alperovich no llegaría al punto de una fractura y enfrentamiento en las urnas. ¿La cita con la ex presidente cambia definitivamente la situación? Es de mínima prematura cualquier respuesta. Un dato posterior a la foto: desde el núcleo kirchnerista habrían emitido en las últimas horas algunos mensajes al gobernador para bajarle el tono a la movida y dejar margen para las conversaciones.

Manzur también había tenido su foto en la semana que termina. Compartió la mesa de Argentina Federal, la convergencia que buscan afirmar jefes provinciales del PJ como alternativa para 2019. Fue la tercera y última entrega del año, que esta vez logró reunir a diez provincias: estuvieron ocho gobernadores y otros dos enviaron a sus vices. También, como desde la cita inicial, Sergio Massa y Miguel Angel Pichetto.

Con todo, el gobernador tucumano mantiene una posición favorable a un armado de unidad peronista muy amplio. Es un matiz diferente al de otros integrantes del PJ federal. En ese esquema, el ideal sería que Fernández de Kirchner no fuera la candidata, por supuesto a cambio de una negociación que incluya a sus estructuras en la confección de listas y algunas «garantías» sobre su futuro. Esa especulación es alimentada también periódicamente por allegados a la ex presidente y visitantes de sus oficinas, que dicen no verla decidida totalmente a competir. No es lo que piensa, por ejemplo, Pichetto, que considera muy probable que vaya otra vez por la presidencia y cree que el peronismo federal deberá ir a la pelea contra ella y el macrismo.

Visto desde esa orilla, el gesto de la ex presidente revive la lectura según la cual el kirchnerismo, en sus versiones locales, impulsaría fórmulas propias contra los gobernadores del PJ si mantienen la estrategia de estructurar una tercera fuerza con candidato propio para las elecciones presidenciales.

En un punto, el cuadro resulta paradójico. El kirchnerismo suele descalificar al peronismo federal –y su posible candidatura nacional- afirmando que es «funcional» a los planes de Mauricio Macri. Ahora, la decisión de presentar batalla en cada distrito contra los gobernadores peronistas es señalada desde esa vereda como «funcional» a Cambiemos a escala provincial.

Algo de esto alimentaría algunos mensajes que buscarían distender el clima que está rodeando al caso tucumano. La cuestión es sencilla: si finalmente Alperovich divide el voto con Manzur, ¿puede darle una oportunidad de triunfo a Cambiemos? El senador tucumano muestra síntomas de juego personal, como lo había hecho hace un par de meses cuando rompió con el bloque que preside Pichetto.

Se verá como sigue la interna peronista, que ya empieza a trascender sus límites: habría reanimado a Cambiemos en la provincia.

A mediados de la semana que termina, Rogelio Frigerio viajó a Tucumán para encabezar un acto oficial. Después, se reunió con Alfonso Prat-Gay, José Cano y otros dirigentes locales. El encuentro dejó la impresión de un ambiente más optimista, de mayor voluntad de pelea frente a mejores chances. No está definido el candidato y quizá por eso mismo, la pulseada interna podría ser más intensa.

En días de tantas imágenes, tampoco esa foto del ministro pasó inadvertida para el peronismo.

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