Crueldad sin límites en China: usan cerdos vivos para simular accidentes fatales porque “son parecidos a niños de seis años”

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La organización no gubernamental Personas para el Tratamiento Ético de Animales (PETA, por sus siglas en inglés) emitió un durísimo comunicado en el cual denunció las pruebas científicas que autoridades chinas llevaron adelante con cerdos inmaduros vivos y que fuera publicado por el instituto de salud que realizó el repudiable experimento. Pese a las campañas que existen para terminar con este tipo de testeos, esa institución remarcó que “en China, a pesar de la existencia de modelos sofisticados libres de animales, los experimentadores continúan sujetando a animales maltratados y asustados en los asientos de los automóviles y los estrellan contra las paredes hasta que sus cuerpos están ensangrentados, magullados y destrozados”.

“PETA se contactó con el Instituto de Investigación de Medicina del Tráfico y el Hospital Daping -dependiente de la Tercera Universidad Médica Militar- del país para instarlos a que dejen de usar animales vivos en pruebas crudas de accidentes automovilísticos. No existen regulaciones allí que requieran que se realicen experimentos tan horribles”, señaló el comunicado.

La casa de estudios decidió publicar el cuestionado experimento en el International Journal of Crashworthiness, compuesto por académicos de todas partes del mundo. En el paper que se dio a conocer hace apenas días, se indica: “Para reconocer mejor la lesión toracoabdominal por los cinturones en los choques frontales, se realizaron un total de 15 pruebas de trineo de cuerpo entero, con 15 cerdos inmaduros correspondiendo a niños de 6 años de edad”.

“Cada grupo (los cerdos fueron divididos en tres) experimentó una prueba a una velocidad de impacto de 30 o 50 km/h, con un sensor de fuerza de tensión del cinturón para determinar las fuerzas en el pecho, el abdomen o el cinturón diagonal. Se realizaron necropsias detalladas posteriores en los animales después de la prueba y las lesiones toracoabdominales se evaluaron mediante la Escala Abreviada de Lesiones (AIS) y el Índice de Severidad de Lesiones (ISS). Las lesiones detectadas fueron abrasión, contusión, laceración, sangrado y fractura. Todos los animales sufrieron lesiones múltiples”, dice el informe.

En otras partes del mundo este tipo de uso de seres vivos para realizar testeos en accidentes de tránsito fueron prohibidos hacia finales de los años 80 o principios de los 90 por el trauma que generaba en los animales y porque podían reemplazarse por otro tipo de tecnología. En China, continúan, sin que nada los detenga. Ni les provoque remordimiento.

Sin embargo, el argumento por el cual el cuerpo de niños de seis años sería similar al de un cerdo en edad temprana parecería errado. Chris Magee, del grupo de Investigación de Comprensión Animal (UAR, por sus siglas en inglés) con sede en el Reino Unido, le dijo al diario inglés The Independent que no podía imaginar que tales pruebas fueran útiles de ningún modo. “En este país pasaría por una revisión ética. Cuando se utilizan cerdos en la investigación del Reino Unido, es principalmente para estudiar y tratar enfermedades animales, pero también afecciones cardiovasculares y trastornos nerviosos humanos”.

De acuerdo a PETA la “anatomía” de este tipo de animales “es muy diferente de la de los humanos, por lo que los datos obtenidos de estos horribles experimentos no son aplicables a las víctimas humanas de accidentes automovilísticos. Los métodos de investigación sin animales que utilizan maniquíes de última generación o cadáveres humanos están fácilmente disponibles y ya están en uso por los principales fabricantes de automóviles de todo el mundo”.

Los test a los que fueron sometidos son realmente monstruosos. “Los experimentadores ataron a los cerdos vivos a un trineo de metal durante ocho horas sin proporcionarles agua o comida, atornillaron un bloque de metal en su pelvis, insertaron electrodos en su abdomen, los golpearon contra una pared, lo que causó múltiples fracturas y lesiones graves a los animales, columna vertebral, pelvis y órganos internos, y los mataron y diseccionaron”, remarcó la ONG. Además, los científicos chinos de la Tercera Universidad Médica Militar y sus pruebas de impacto causaron “la muerte inmediata de la mitad de los animales utilizados”.

“Cerdos y perros son anatómicamente diferentes de los humanos. Las compañías automotrices descubrieron hace años que este tipo de experimentos no tienen valor y no nos dicen nada sobre una experiencia humana en un accidente automovilístico. En la actualidad, las empresas utilizan tecnología avanzada, como estudios clínicos en humanos, modelado avanzado por computadora, imágenes médicas en 3-D y maniquíes sofisticados, para su investigación. Otros investigadores también han usado cadáveres humanos y realidad virtual (muñecos de choque digitales) con el mismo propósito. En el siglo XXI, todas las compañías de automóviles del planeta ya deberían haber adoptado estos métodos”, concluyó PETA.

El caso despertó la ira no sólo de asociaciones protectoras de animales, sino del público en general que exigieron poner un punto final a este tipo de sometimiento y de crueldad animal. Por el momento, desde el Instituto de Investigación de Medicina del Tráfico, del Hospital Daping o la universidad no hicieron comentarios al respecto. Quizás tengan pensado continuar con este tipo de ensayos.

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