La masacre de La Plata sigue siendo un gran misterio que los investigadores tratan de descifrar. Con ese objetivo, el fiscal Álvaro Garganta prosigue con las pesquisas y suma pruebas que refuerzan la hipótesis de que las deudas de una de las cuatro víctimas podrían haber sido el móvil del crimen.
Volvieron a allanar la casa donde se produjo el cuádruple crimen y encontraron más elementos que pueden ayudar a esclarecer las motivaciones del hecho y ubicar al asesino.
En la casa hallaron cuatro colillas de cigarrillo que tenían saliva, y a partir de eso pudieron determinar que el material genético coincide con el hallado en la bombilla de mate. Entonces, el asesino fumó y tomó mate con una de las víctimas.
El ADN no es de Osvaldo Martínez -imputado en la causa y novio de una de las víctimas- pero sí se corresponde con el encontrado en las armas homicidas.
Además encontraron 200 intimaciones de pago de empresas, comercios y prestamistas (entre otros), las cuales confirman que Susana de Bárttole –dueña de casa y una de las cuatro fallecidas- estaba muy endeudada. Entonces profundizarán la investigación en ese sentido, para determinar si este tema pudo motivar el crimen.
También se llevaron la agenda de Susana, seleccionaron diez números telefónicos que consideraron importantes y decidieron citar a esas personas para que declaren.
El 27 de noviembre pasado, un asesino mató primero a palazos y cuchilladas a Bárbara Santos, de 29 años, cuando se estaba bañando; luego atacó a su madre, Susana De Bárttole (63), que se encontraba en la cocina; después ultimó a Micaela Galle (11), hija de Bárbara; y finalmente mató a Marisol Pereyra (35), que había ingresado minutos después a la casa.