
La llegada de 5G ha generado una gran expectativa en todo el mundo, especialmente entre los usuarios de tecnología móvil, que no solo buscan mejores velocidades, sino una experiencia más fluida, eficiente y conectada.
Para entender la diferencia, es necesario repasar brevemente cómo funcionaba la tecnología 4G, que nos permitió disfrutar de mejoras significativas en cuanto a velocidad y capacidad de conexión en comparación con sus predecesores.

Con 4G, experimentamos una verdadera revolución en el uso de dispositivos móviles: las videollamadas en alta calidad, el streaming de videos en resolución 4K, y la conexión casi instantánea a internet se hicieron posibles. Sin embargo, la creciente demanda de conectividad más rápida y la expansión de dispositivos conectados nos ha llevado a un punto en el que 4G ya no basta.
Cuál es la principal diferencia entre el 4G y 5G
Sin embargo, la diferencia no solo radica en la rapidez. La latencia, que es el tiempo que tarda un dato en viajar desde su origen hasta su destino, también experimenta una mejora radical con 5G. Mientras que 4G tiene una latencia promedio de 50 milisegundos, 5G puede reducirla a tan solo 1 milisegundo.

Esta mejora resulta esencial para aplicaciones como la realidad aumentada, la realidad virtual y los juegos en tiempo real, donde cada milisegundo cuenta.
Por qué el 5G es una mejora en conectividad
Otra diferencia clave entre 4G y 5G es la capacidad para manejar conexiones simultáneas. Con el aumento de dispositivos conectados en hogares, oficinas y ciudades, las redes tradicionales se han visto desbordadas en áreas con alta densidad de usuarios.
En este sentido, 5G sobresale, ya que tiene la capacidad de soportar una mayor cantidad de conexiones al mismo tiempo sin que se vean afectadas las velocidades o la calidad de la conexión. Esto se debe a las tecnologías avanzadas que utiliza, como MIMO (Multiple Input, Multiple Output) y Beamforming.
MIMO, por ejemplo, permite que las estaciones base de 5G envíen y reciban múltiples señales simultáneamente a través de antenas, lo que optimiza la eficiencia de la red. Beamforming, por su parte, enfoca la señal de radio hacia un dispositivo específico, lo que mejora la cobertura y la velocidad de la transmisión de datos, incluso en zonas congestionadas.

Una de las áreas que más se beneficiará del 5G es el Internet de las Cosas (IoT). En un mundo cada vez más interconectado, donde dispositivos como electrodomésticos, coches y sensores se comunican entre sí, el 5G facilita la comunicación instantánea entre todos estos objetos, creando un ecosistema mucho más eficiente y fluido.
Por ejemplo, en las ciudades inteligentes, 5G permitirá una mejor gestión del tráfico, un uso más eficiente de la energía y, en general, una mejora en la calidad de vida de sus habitantes.
Además, en el sector de la salud, 5G tendrá un impacto profundo. La telemedicina y la cirugía a distancia se beneficiarán enormemente de las bajas latencias y las altas velocidades de transmisión de datos, permitiendo que los médicos realicen procedimientos complejos a través de plataformas conectadas, con una mínima latencia.
Fuente Infobae