La policía busca al sospechoso, Travis Reinking, de 29 años, quien llegó en un vehículo al concurrido establecimiento Waffle House, mató a dos personas en el estacionamiento, ingresó al lugar y continuó disparando. Cuando su fusil AR-15 se atascó o se le acabaron los cartuchos el cliente lo desarmó en un forcejeo.
Cuatro personas también resultaron heridas. El hombre armado huyó y luego tiró su chaqueta.
El jefe de la policía de Nashville, Steve Anderson, dijo que no está claro el móvil de lo ocurrido, aunque es posible que Reinking tenga “problemas mentales”. Podría estar armado todavía porque se sabe que poseía una pistola que la policía no ha recuperado, dijo Anderson en conferencia de prensa a media tarde.
El AR-15 utilizado en el ataque y la pistola figuran entre cuatro armas de fuego que la policía le decomisó a Reinking después que agentes del Servicio Secreto lo arrestaran en julio pasado por estar en una zona restringida cerca de la Casa Blanca, dijeron las autoridades.
Reinking fue detenido porque rehusó retirarse del área restringida, y posteriormente indicó que quería reunirse con el presidente Donald Trump, afirmó el agente especial Todd Hudson.
La policía estatal de Illinois, donde Reinking vivía hasta fines del año pasado, le revocó su permiso para poseer armas de fuego a solicitud del FBI y le decomisó cuatro, dijeron las autoridades. Las armas le fueron devueltas al padre del sujeto, que reconoció haberlas dado de nuevo a su hijo, dijo Don Aaron, portavoz de la policía de Nashville.
La policía ensalzó al cliente negro que intervino, James Shaw Jr., de 29 años, padre de una niña de 4 años, quien dijo que sólo intentó sobrevivir.
Shaw dijo a la prensa que en un principio pensó que los disparos efectuados alrededor de las 3:25 de la madrugada eran el ruido de platos que se habían caído de una lavadora de trastes.
Cuando advirtió lo que sucedía se guareció atrás de una puerta mientras los disparos quebraban los vidrios de las ventanas. Entonces el arma se atascó o necesitaba un nuevo cargador, y fue entonces cuando Shaw dijo que se abalanzó contra el atacante tras decidirse que “él tendría que esforzarse para matarme”.
Ambos intercambiaron insultos durante el forcejeo, dijo Shaw, quien logró quitarle el arma y arrojarla atrás de un mostrador. El atacante huyó en medio de la oscuridad del vecindario Antioch, de clase media y de clase trabajadora, en el sureste de Nashville.
La policía dijo que el atacante tiró su chaqueta en las cercanías y los agentes encontraron dos cargadores con cartuchos de AR-15 en los bolsillos. El agresor fue visto cuando caminaba desnudo en un camino, según la policía, pero posteriormente se le vio con ropa deportiva al parecer después de que regresara a su apartamento.
Los muertos fueron identificados como Taurean C. Sanderlin, de 29 años, quien laboraba en el establecimiento, así como los clientes Joe R. Perez de 20 años, Akilah Dasilva, de 23 años, y Deebony Groves, de 21 años.
El representante federal Jim Cooper dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que el tiroteo muestra la necesidad de incrementar las restricciones “al acceso generalizado de los civiles a las armas de asalto de uso militar”.
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