El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, consideró este sábado que «claramente no hay espacio para un ajuste en Argentina», al contar detalles de la reunión que mantuvo esta semana con la comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) y afirmó que el Gobierno nacional apunta a «generar 300 mil puestos de trabajo” porque “la reconstrucción es por el lado del trabajo».
«La reunión fue técnica y tuvo que ver con la política pospandemia del Ministerio” de Desarrollo Social, contó Arroyo en declaraciones a AM 750 sobre la reunión que mantuvo el jueves pasado con la delegación del Fondo, y señaló que durante la charla dejó en claro que «no hay espacio para un ajuste en Argentina».
Con respecto a la situación social en una coyuntura económica signada por la pandemia, Arroyo afirmó que “no hay espacio para una devaluación en Argentina porque además está claro que la inflación aumenta la pobreza”.
Arroyo realizó un análisis sobre la situación social en los sectores más vulnerables que sufren el impacto del parate económico debido a la pandemia de coronavirus y admitió que “hay mucha gente que requiere de la ayuda del Estado”, pero descartó que haya “riesgo de estallido social».
«Hay un poquito menos de gente en los comedores en el conurbano” bonaerense, señaló.
Respecto a la problemática del desempleo y la alimentación, dijo que “no se resuelve con un programita” sino que “hay que hacer cambios estructurales”.
Al ser consultado sobre la continuidad del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la implementación de un ingreso universal, Arroyo afirmó: “Está claro que no hay condiciones fiscales para llevar adelante un ingreso universal ahora. Pero es el camino hacia el que hay que ir”.
En tanto, dijo que «todavía no se terminó de definir la continuidad del IFE”, que se otorgó durante la pandemia a aquellos empleados del sector informal, autónomos o monotributistas de baja facturación, que vieron afectados sus ingresos por la imposibilidad de trabajar.
Finalmente, sobre la marcha convocada por la oposición para el próximo lunes, el ministro concluyó: “Creo que es un peligro llamar a movilizaciones permanentemente en un contexto en el que hay circulación comunitaria evidente”.