Daniel Rebagliati: «Estoy bien, gracias a Dios, estoy vivo»

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0012592790 (1)Daniel Rebagliati,el empresario que permaneció secuestrado ocho días y fue liberado ayer a la madrugada en Almirante Brown, mantuvo un breve intercambio con la prensa, alrededor de las 9.30, antes de ingresar para declarar ante el fiscal federal Paul Starc en Tres de Febrero.

«Estoy bien, gracias a Dios, estoy vivo», se limitó a contestar ante las insistentes preguntas de la guardia periodística, mientras bajaba de una camioneta Renault Duster.

Rebagliati, de 53 años y director de la firma Cintra, fue liberado ayer, a las 3.10. Tres horas antes, un familiar suyo, siguiendo instrucciones de los secuestradores, arrojó un bolso con el dinero del rescate cuando la formación 3477 del Ferrocarril San Martín a la que había tenido que subir el pagador cruzaba el paso a nivel situado al costado de la cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros.

De acuerdo con la declaración de algunos miembros del entorno íntimo del empresario, la familia pagó entre 1.500.000 y 1.800.000 pesos a modo de rescate para lograr su liberación.

LA LIBERACIÓN
Según fuentes de la investigación, anteanoche, minutos después de las 21, la familia del empresario recibió un llamado de uno de los secuestradores para que uno de ellos saliera de la residencia de Rebagliati en Villa Devoto con el dinero que habían juntado. Si bien en un primer momento los captores exigieron 2.000.000 de dólares, después la cifra se pasó a pesos a pedido de la familia.

En distintos llamados, el captor que llevaba adelante la negociación hizo cambiar de dirección al pagador. Primero, lo hizo pasar por el Obelisco, luego por Recoleta. La última posta era la terminal del Ferrocarril San Martín, Retiro. Le ordenaron que tomara el tren que salía a las 23.30 hacia José C. Paz.

Se le indicó que fuera hasta el penúltimo vagón y que luego de que el tren partiera de la estación Santos Lugares y antes de que llegara a Caseros arrojara el bolso con el dinero cuando se lo ordenaran. El bolso fue atrapado por el cobrador que aparentemente esperaba en una moto.

Al cabo de unas tres horas de angustia e incertidumbre, Rebagliati se comunicó con su familia, avisó que lo habían liberado y pidió que fueran a buscarlo a una remisería del barrio San José.

LA INVESTIGACIÓN
Toda la negociación estuvo monitoreada por efectivos de la Brigada Antisecuestros de Tres de Febrero y el fiscal federal Paul Starc, quienes -tras haber revisado los datos que surgían de los últimos secuestros- descubrieron algunos elementos en común con hechos similares.

En uno de esos casos habrían participado dos sospechosos de nacionalidad peruana que integraron las filas del grupo guerrillero Sendero Luminoso y que se instalaron en nuestro país para dedicarse al narcotráfico y a los secuestros.

La Nación

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