Días pasados, en la ciudad de Buenos Aires, se realizó el Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Pastoral Social. La Arquidiócesis de Santiago del Estero, estuvo presente a través de su representante, padre Sergio Lamberti.
En la ocasión se reflexionó sobre la realidad actual y se planteó el aporte que la Iglesia puede hacer en la construcción de una sociedad más fraterna.
Los principales problemas que surgieron fueron: falta de acceso a derechos básicos: alimentación, tierra y vivienda, salud y educación; falta de trabajo formal y precarización laboral. Desocupación y extractivismo; abandono de los jubilados y personas con discapacidad y la falta de recursos en general para acompañar a los sectores más necesitados.
Los delegados también mostraron su preocupación por la violencia en todos sus niveles: intrafamiliar, de género e institucional; la narcocultura y su impacto en la sociedad; la prostitución infantil y trata de personas como así también la inseguridad en los barrios vulnerables.
Otros puntos abordados fueron la falta de conciencia general en relación con el cuidado de la casa común; expansión agícola y enfermedades por el uso de agrotóxicos; mal uso del agua y acceso desigual al recurso.
Cabe mencionar que el padre Lamberti estuvo acompañado por el sacerdote José Vera (asesor espiritual) y Lisette de Bruijne, delegada de la Diócesis de Añatuya..