Hace una semana Facundo Agüero fue perseguido por la Policía y terminó internado, en coma, en el Hospital Castro Rendón de Neuquén. A su mamá le dijeron que se había caído de un paredón de cuatro metros de altura cuando escapaba, después de haber robado un perfume. Ella cree que los oficiales lo golpearon, y que «se les fue la mano».
La mujer recibió el llamado advirtiéndole sobre el estado de su hijo cerca de las 17 del jueves pasado. Salió de su trabajo antes de terminar su horario y fue directamente a verlo.
«Cuando entré, me quería morir, mi hijo no se había caído, estaba todo golpeado, todo roto, con las cejas cortadas, un ojo cerrado, golpes en los brazos y en las piernas. A mi hijo le pegaron y se les fue la mano», dijo a La Mañana de Neuquén.
En medio del dolor, según su relato, salió de la habitación y pidió las pertenencias de Facundo. Entonces fue cuando, al revisar la billetera de su hijo, encontró «la factura pagada del perfume que supuestamente había robado».
La mujer ya pidió las cámaras de seguridad de la zona donde ocurrió el hecho e hizo la denuncia en la fiscalía. «Me dijeron que están tomando cartas en el asunto», sostuvo y afirmó: «Tengo miedo por mi seguridad, pero de acá no me voy a ir hasta llevarme a mi hijo y que paguen los responsables».
Fuente: diario veloz