Descubrieron en San Juan a la especie de dinosaurio gigante más antigua que habitó la tierra. El hallazgo se produjo en el yacimiento de Balde de Leyes, al Sureste de esa provincia.
Según informó la Agencia de Ciencia Tecnología y Sociedad, Ingentia prima, es el primer dinosaurio gigante que habitó el planeta hace más de 200 millones de años. El mismo supera tres veces el tamaño de los dinosaurios más grandes delTriásico conocidos hasta ahora.
“Esta nueva especie muestra una estrategia de crecimiento desconocida hasta ahora e indica que el origen del gigantismo se produjo mucho antes de lo que se pensaba”, afirmó la investigadora del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan (IMCN) y del CONICET, Cecilia Apaldetti.
“Antes de este descubrimiento, se consideraba que el gigantismo había surgido durante el período Jurásico, hace 180 millones de años aproximadamente, pero Ingentia prima vivió a fines del Triásico, entre los 210 y 205 millones de años”, precisó la autora principal del estudio que se publicó este lunes en la revista Nature Ecology & Evolution.
“El nombre de esta nueva especie, ‘Ingentia’, hace referencia a su tamaño colosal,en tanto que ‘prima’ indica que es el primer gigante conocido hasta hoy en el planeta”, explicó el doctor Ricardo Martínez, investigador del IMCN y coautor de la publicación.
“Al igual que se pueden observar en un árbol las estaciones de crecimiento, los cortes óseos en Ingentia prima muestran que tenía crecimiento cíclico, estacional, pero lo llamativo es que el tipo de tejido que se depositó en los huesos durante estos períodos de crecimiento es diferente al de los otros saurópodos que conocíamos hasta ahora”, afirmó el doctor Ignacio Cerda, investigador del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología de la Universidad Nacional de Río Negro (IIPG-CONICET, UNRN), quien se encargó de analizar los huesos.
Ingentia prima fue el rpimer dinosaurio en alcanzar el gigantismo, pero estuvo muy lejos de alcanzar las 70 toneladas que tuvieron los saurópodos más gigantes de fines del Cretácico, la velocidad de acumulación de tejido óseo no solo era superior a las especies de su época, sino también mayor a la de los mayores gigantes que habitaron la Patagonia.
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